En tiempos en los que la alta rotación es moneda corriente, el equipo de Tryolabs (www.tryolabs.com) se mantiene sin casi deserciones desde sus comienzos. ¿Cuál es su secreto? Priorizar el equipo y mantenerlo motivado.
En la startup uruguaya –que se especializa en el desarrollo de productos de internet con componentes de inteligencia artificial– entienden que si los trabajadores se sienten contentos con lo que hacen, trabajan de mejor manera y, por ende, el cliente estará feliz con los resultados. Esta es la filosofía de esta firma que además pretende aumentar por lo menos 50% su equipo de trabajo, que hoy consta de 26 personas si se incluye su spin off – proyecto que nace de otro existente– MonkeyLearn (www.monkeylearn.com), una plataforma que pretende democratizar el uso de la inteligencia artificial.
El 2015 fue un año de cambios para Tryolabs. Por un lado, la firma abrió una oficina comercial en Estados Unidos y, por otro, MonkeyLearn formó parte del programa 500 Startups en Silicon Valley, una de las aceleradoras y fondo de inversión con mayor alcance global. Esta novedosa herramienta despertó el interés de Twitter desde hace ya un tiempo y ahora se sumaron oDesk, Amazon y Airbnb. Sus resultados se traducen en números: sus ingresos se incrementan 40% mes a mes.
Presencia física versus virtual
Desde su fundación, la empresa trabaja con compañías de EEUU y Europa, entre otros. Hasta el año pasado, su labor entera se realizó desde Uruguay reuniéndose con actuales o potenciales clientes en el exterior. Pero meses atrás decidieron instalar como experiencia piloto una oficina comercial en San Francisco. Esto les permitió aumentar su cartera de clientes y posicionarse en el mercado en el que compiten gigantes tecnológicos. «Hace tiempo que venimos trabajando allá, pero notamos que la calidad de los clientes a los que podíamos acceder, o la confianza con la que se iniciaban los proyectos, cambió. Eso es algo muy positivo», precisó el director de Tecnología de Tryolabs, Alan Descoins.
Por su parte, el vicepresidente de Customer Development, Alejandro Martínez, puntualizó que la presencia física en EEUU influyó de forma positiva al momento de buscar nuevos negocios. Dejaron de ser una cara por Skype; se convirtieron en personas de carne y hueso. Pretenden instalar su oficina comercial de forma definitiva en el primer trimestre de cada año, zafra para concretar negocios. Lo que refiere al desarrollo de los proyectos continuará en Uruguay. No obstante, es posible que envíen a los desarrolladores al inicio de un proyecto para que trabajen con los clientes, con el fin de generar una relación más cercana.
Casos de éxito
Hace unos meses comenzaron a trabajar con la plataforma online MercadoLibre. Si bien prefirieron no dar detalles, señalaron que se trata de proyectos especializados de inteligencia artificial para complementar la plataforma.
Entre sus clientes, Tryolabs cuenta con 21.co, una enigmática startup que antes de dar a conocer al público sus actividades obtuvo financiación de US$ 116 millones en 2015 –entre los inversores que apostaron en esta firma están los cofundadores de Paypal, Peter Thiel y Max Levchin–. 21.co se propuso romper con la barrera de los bitcoins (moneda digital) para comprar productos de uso diario. El año pasado anunció el lanzamiento del 21 Bitcoin Computer, la primera computadora que posibilita que los bitcoins sean útiles para la compra y venta de bienes digitales. A través de publicaciones en la web, conocieron a Tryolabs y recurrieron a ellos para trabajar en la plataforma de software para la Bitcoin Computer y en ejemplos de uso. Ese proyecto culminó pero están en conversaciones para definir otros trabajos en conjunto.
En la actualidad, en San Francisco falta personal, lo cual es una ventaja para las empresas tecnológicas uruguayas. Descoins resaltó que en la ciudad estadounidense los ingenieros capaces están en una startup propia o contratados por Google, Facebook u otro gigante. Otro pro para Uruguay es que solo tiene cuatro horas de diferencia horaria con San Francisco y dos con Washington. Además, en lo técnico Uruguay está a la par con EEUU, según el director de Tecnología.
La base de la pirámide
Para Martínez y Descoins es muy importante seguir manteniendo calidad en desarrollo de soluciones y que los proyectos que escojan realizar sean atractivos. Ambos comparten que, a veces, las software factories nacionales son voraces y toman muchos proyectos para los que tienen que contratar a más personas. Por ende, crecen de forma muy rápida. Pero los proyectos se tornan aburridos, ya que suelen ser de mantenimiento sin ningún desafío innovador. Esto causa que los trabajadores se desmotiven.
«Repercute la calidad de tu trabajo en cómo te sentís. Si mantenés al equipo motivado, va a trabajar mejor. Si uno está aburrido se irá y la compañía perderá una persona valiosa que acumuló conocimientos y experiencia», aseguró Descoins. Si en Tryolabs detectan que alguien no está conforme, se evalúa cambiarlo de proyecto. Martínez agregó que el vínculo laboral trasciende a lo personal: el equipo está primero y después los clientes, pues de un empleado contento derivan clientes contentos.
Buen inglés, un debe de los uruguayos
Los representantes de Tryolabs, Alejandro Martínez y Alan Descoins, identificaron lo bien capacitados que egresan los estudiantes de facultad, pero tienen dificultad en hallar empleados que, además de sus conocimientos técnicos. tengan un buen nivel de inglés. Para esta empresa es necesario poder conversar de manera fluida en inglés con los clientes; a diario deben comunicarse para conversar sobre un proyecto y tienen que entender y comunicarse sin dificultad. De hecho, han llegado a descartar a candidatos prometedores por su bajo nivel en el idioma anglosajón. Esperan que esto cambie rápidamente.
Fuente: Por Elisa Tuyaré para portal El Observador
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