Llegar a la instancia de contar, frente a un auditorio colmado de gente, los detalles de un emprendimiento que no funcionó, no es fácil y se da luego de vivir un intenso proceso personal. Eso es justamente lo que sucede en cada edición de Fuck Up Night (FUN), donde en ocho minutos, cinco emprendedorescomparten experiencias que fracasaron, pero que les dejaron un aprendizaje valorado al momento de enfrentar nuevos desafíos laborales.
Para el organizador de FUN, Ignacio Roche, la presentación de esas experiencias fallidas «es curativa». E incluso, en algunos casos, hablarlo ante muchas personas colabora con poder «dejar atrás».
Pablo Gagliardi será uno de los oradores del próximo FUN Montevideo, que se realizará el próximo jueves 30 de noviembre a las 19.00 horas, en el Auditorio del LATU. Gagliardi hará referencia a «varios fracasos» laborales y consideró que compartir este tipo de historias «es totalmente terapéutico». Pero antes de poder hacerlo tuvo que aceptar sus errores y dejar de «culpar al mundo».
En diálogo con Café y Negocios, en la lista de «errores» incluyó defectos personales como «la arrogancia, el ego y el individualismo». Y admitió haberse dado cuenta de que «lo grupal es clave».
En la actualidad está abocado a Prezzta, una empresa de fintech que fue seleccionada por Google Latinoamérica para participar de un programa que impulsa la expansión.
Fallar y perdonárselo
FUN nació hace cinco años y se expandió por distintas ciudades del mundo. Hasta ese momento abundaban las charlas de empresarios exitosos que contaban los aspectos positivos de su negocio, y donde quedaba poco margen para el error.
A diferencia de lo que sucede en otras partes en que las exposiciones son una vez al mes, el encuentro en Montevideo ocurre una vez al año. El proyecto fue adaptado a la realidad local, «una cultura bastante aversa al fracaso».
Para uno de los organizadores, Gastón Menéndez, ingeniero en sistemas con un máster en Gerencias de Empresas Tecnológicas, que la sociedad manifieste especial resistencia al fracaso genera que a los uruguayos le cueste mucho arriesgar y jugársela por lo que «realmente quieren».
«Si bien la cultura emprendedora en Uruguay ha crecido bastante y han aparecido un montón de iniciativas, eventos y organizaciones que apoyan, todavía nos falta eso de decir ‘me la voy a jugar’, ‘voy a intentarlo'», puntualizó. Ante esa realidad, contar con un espacio donde se pueda escuchar la historia de una persona a la que le fue mal, pero que «está ahí; sigue adelante; tiene otras oportunidades y está haciendo cosas», alienta a pensar que «no tiene nada de malo fracasar» y que «hay que seguir».
Al hecho de desmitificar el fracaso también se refirió uno de los oradores del FUN, Justin Graside, organizador de TEDx Durazno. «Fracasar está dentro de las reglas del juego. En general de las startups que arrancan solo el 10% sobrevive luego de dos años y me atrevería a decir que, en Uruguay, el porcentaje es menor, lamentablemente», reflexionó. Pero para que haya un incremento en la cantidad de empresas exitosas, lo que conlleva «más negocios y trabajos autóctonos», es necesario «aumentar la cantidad de intentos de emprender». Graside se referirá en su exposición al emprendimiento personal de una aplicación web que generaba estrategias de marketing online de forma automática para pequeñas y medianas empresas, y que no prosperó.
Para otra de las oradoras, Fernanda Ariceta de la agencia publicitaria Alva Creative House, compartir este tipo de experiencias le sirve a los demás como para «tomar coraje para fallar y perdonárselo». Detalló que «el miedo» es «el principal elemento que nos hace fallar», pero puede ser una «alarma de que uno está por meterse en problemas o por hacer algo realmente significativo».
Ideas claras
En las diversas presentaciones de los speakers suele haber coincidencia en temas que llevan a un emprendimiento al fracaso. Son comunes fallas en la conformación de los equipos de trabajo y elección de socios. También los asuntos de «estructura organizativa», y siempre está la interrogante de si ampliarse o mantenerse con una organización reducida.
«Un fracaso es muestra de que se intentó». Justin Graside, organizador de TedX Durazno
Están presentes los problemas vinculados a los tiempos; por ejemplo, no salir al mercado en el momento justo sino antes de que estuvieran dadas las condiciones para que el emprendimiento prospere. También otros temas como falta de inversión y financiación. E incluso aspectos más personales, porque uno puede darse cuenta siendo independiente de que prefiere seguir siendo dependiente porque «no nació para ser emprendedor», explicó Rodrigo Sánchez, quien también forma parte de la organización de FUN.
No perder el eje es uno de los puntos cuando se habla de fracaso. Pablo Balseiro, responsable de BM Business Partners, una compañía dedicada a brindar servicios profesionales en el desarrollo de negocios, es otro de los oradores previstos para el FUN.
Hablará sobre los orígenes de su consultora (Balseiro Marketing) donde comenzó asesorando a pequeñas y medianas empresas en el área de marketing y ventas. Pero los gastos fijos hicieron que no se llegara al «punto de equilibrio» por lo que decidió «incorporar más servicios» al negocio.
«El panorama no era mejor, aunque seguíamos pensando que aumentando la cantidad de opciones, la facturación y la rentabilidad mejorarían», recordó. Uno de los principales aprendizajes obtenidos fue que no se debe perder de foco los objetivos y que contar con más opciones «muchas veces hace perder calidad, constancia y esfuerzo». Enfatizó que «la gente prefiere un especialista y no un generalista».
Otro speaker que participará en la cuarta edición de FUN será Pablo Arriola de Oz Media, quien contará «las perdidas» a lo largo de 15 años de trabajo al frente del mismo emprendimiento, y cómo los fracasos ayudaron a darle solidez al proyecto mediático.
Fuente: El Observador
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