El presidente de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información, Leonardo Loureiro, señaló a CRÓNICAS que de aprobarse el Tratado de Libre Comercio con el país trasandino, la industria a la que representa no experimentaría transformaciones importantes, pero, de todas formas, señaló la importancia de cualquier acción que dinamizara el ambiente de negocios, sobre todo teniendo en cuenta que el 60% de lo exportado va hacia Estados Unidos.
El acuerdo del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre nuestro país y Chile se va a volver a discutir en el Plenario del Frente Amplio, en espera de una posible aprobación, sobre la cual se han elevado tantas voces en contra, como a favor, pero para el rubro de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) el futuro que tenga el mismo, revelaría un resultado neutro.
Sin embargo, para el presidente de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI), Leonardo Loureiro, es positiva para el sector cualquier apertura comercial que tenga Uruguay, en el entendido de que dinamiza el ambiente de negocios, brindando más oportunidades de comercializar la tecnología, según dijo en entrevista con CRÓNICAS.
Aún así, afirmó que los negocios que hay entre Chile y Uruguay se seguirán realizando normalmente. “Lo que ya tenemos nosotros como país por sí solo, habilita a que los chilenos se instalen acá. Si no lo han hecho, es porque han entendido que no es el mercado”, comentó. Manifestó que si bien hay una empresa trasandina en nuestro país, se trata de una compañía de alta expansión internacional consolidada.
Actualmente, Chile se encuentra en el noveno lugar de los mercados a los que esta industria exporta, representando un 2% del total de lo que expide. El dirigente de la Cámara explicó que Chile posee mayor capital humano, así como también un ambiente de negocios más dinámico y abierto, por lo que las empresas uruguayas encuentran más beneficios al instalarse en el país trasandino que al trabajar desde Uruguay. “Hay varias empresas uruguayas trabajando en Chile, pero de todas formas serán solo un 5%”, añadió.
El rubro de las TICs continúa creciendo, pero de forma estructural, sin implicancias de un cambio sustancial. Es que las empresas uruguayas, si no encuentran un recurso en nuestro país, parten hacia nuevos destinos a buscarlos, subrayó Loureiro.
En tanto, el 60% de las exportaciones del sector se dirigen al mercado estadounidense. Luego de la asunción de Donald Trump, y de las políticas proteccionistas llevadas adelante por el mandatario, la industria tecnológica uruguaya comenzó a poner la mira en otras regiones. Respecto a esto, vale recordar que el TLC se enmarca en una posible estrategia de vinculación entre Uruguay y la Alianza del Pacífico, que integran México, Perú, Colombia y Chile.
De este grupo, México es una de las naciones que más interés genera a la CUTI, dado el ambiente de negocios que motivó a que la cámara realice una misión empresarial a este país en el segundo semestre del año. Perú no se queda atrás debido a que en los últimos años ha sido de los países que más ha crecido en consumo de tecnologías. Hacia allí se dirigen anualmente entre el 1% y el 2% de las exportaciones. “Para nosotros también es importante”. En este sentido, durante el trabajo de la diversificación, la CUTI es positiva en el hecho de que otros mercados también crezcan. “El año pasado realizamos una misión a Argentina, y a principios de este año lo hicimos hacia China”.
Una industria sin personas
Según un estudio interno de la Cámara, el sector necesita en el orden de 1.300 a 2.500 personas nuevas en la industria en los próximos años. Sin embargo, por año egresan unos 760 jóvenes de carreras directamente relacionadas a esta industria. Es decir, que aún en el mejor de los casos, donde todos ellos fueran incorporados a empresas vinculadas, se continuarían necesitando entre 540 y 1.740 personas.
Para Loureiro, la gran pregunta radica en cómo hacer para convencer a las nuevas generaciones que trabajar en la industria de las TICs es atractivo y permite el desarrollo de las personas, tanto técnica como humanamente. “En todo ello venimos trabajando, a través de un proceso de sensibilización”, admitió, al tiempo en que dijo que piensa que es ese el camino correcto. A pesar de que manifestó que todo el apoyo que implique generar ambientes positivos es bienvenido, señaló que no es lo correcto impulsar políticas públicas, dado que “no se puede obligar a que la gente estudie ingeniería”.
La Cámara tiene en ejecución proyectos de capacitación en conjunto con Instituto Nacional de Empleo y Formación Empresarial y el Plan Ceibal, y a partir de ayer jueves cuenta con el programa Jacarandá, que busca la instalación de equipos en todo el país, para trabajar desde Uruguay para el mundo. Además, ya tienen en carpeta impulsar más acciones como esta, aseguró Loureiro. “Si queremos crecer y queremos dar más trabajo, siempre hay algo para hacer nuevo”.
Más tecnología en las empresas
Uruguay se encuentra primero en la región en cuanto al desarrollo de las TICs. Sin embargo, un informe del Banco Interamericano de Desarrollo –BID- señala un rezago en adopción de tecnologías en las empresas uruguayas comparado a otros países de América Latina y el Caribe. Ante esto, Loureiro advirtió que desde la CUTI siempre existió una fuerte relación con el resto de las industrias, donde hacen hincapié en la importancia de que el resto de las compañías se transformen en empresas digitales. “Estamos trabajando con las distintas cámaras empresariales para hacer un proceso de sensibilización y que las empresas empiecen a hacer inversión en tecnología”, comentó.
Fuente: Crónicas
Por Anahí Acevedo
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