La gerente general de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (Cuti), Andrea Mendaro, dijo a No toquen nada que aunque “la definición más pura de TIC es la suma de software y hardware, en lugar de definir qué son las TIC, la pregunta es qué no son las TIC”.
A las oportunidades que brinda un sector tan variado, se suma una búsqueda reciente de profesionales de otras áreas, siempre respaldado con la inexistencia de desempleo y la falta de personal como principal obstáculo para que no se generen nuevos proyectos de negocios.
“Una de nuestras necesidades más nuevas es la incorporación de habilidades blandas al sector. No podemos pensar en una aplicación que funcione sin un enfoque de alguien que sepa sobre comunicaciones. El espectro de gente que trabaja en el sector se amplía y tiende a seguir creciendo”, indicó Aníbal Gonda, vicepresidente de Capital Humano de la Cuti.
Entre las empresas uruguayas del sector hay diferentes propuestas, pero al tratarse de organizaciones que diseñan y desarrollan desde el comienzo y siguen su trabajo hasta que llegan al consumidor final, también abarcan trabajadores de disciplinas de ciencias sociales, economía y contaduría.
Desempleo cero (o negativo)
Mendaro contó una anécdota que explica la inexistencia de desempleo: “Cuando vamos a los centros educativos y les contamos a los jóvenes qué es lo que se hace en este sector, algunos chicos nos dicen que si todos lo estudiantes de tercer año de liceo se enteran que la industria de las TIC no tiene desempleo, entonces va a haber desempleo. Pero les explicamos que no es así, que siempre hay empleo porque esto no tiene fronteras. Las empresas trabajan para el mundo”.
El concepto de desempleo negativo refiere a que hay menos gente que empresas para darles trabajo y si surgieran nuevos recursos humanos, seguiría habiendo puestos de trabajo para cubrir esa oferta y mantener en cero el desempleo.
Qué se puede estudiar
El informe Formación Académica en TIC de 2017 de la CUTI relevó la oferta de Universidad de la República (UdelaR), Universidad ORT, Universidad Católica (UCU), Universidad de Montevideo (UM), Universidad de la Empresa (UDE), Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU) y la Universidad Tecnológica (UTEC).
Sin embargo, Mendaro puntualizó que “hay otra oferta educativa fuera de lo habilitado por el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) que permite una primera aproximación, saber si me gusta o no, si es para mí. Luego se puede optar por una formación superior”.
Las opciones de educación técnica son especialmente variadas para estudiantes del interior del país, donde se destaca la UTEC y la ORT. “UTEC no solo alinea la tecnología con lo que buscan las empresas para trabajar sino que durante el transcurso de la carrera hay visitas a empresas y charlas para que los estudiantes conozcan qué es lo que buscan sus futuros empleadores”, enfatizó Mendaro.
En carreras universitarias de grado, “la oferta educativa universitaria está básicamente en Montevideo y eso limita el acceso a jóvenes del interior. Las carreras técnicas si están mejor distribuidas”.
“Nunca es tarde”
Además de la variedad de opciones y las necesidades del sector por contratar más gente, la industria de las TIC no excluye a quienes no eligieron formarse inmediatamente después de la educación secundaria. De hecho, las carreras técnicas que suelen asociarse con la salida inmediata de la secundaria, tienen un promedio de edad mayor al imaginado.
Por su parte, la gerenta de la Cuti también explicó que la formación académica no siempre está exenta de experiencias laborales, dado que se trata de un campo en el que se aprende mucho al trabajar.
“Al haber tanta demanda laboral muchos postergan el recibimiento o dejar de estudiar. La academia lo ve como un problema, nosotros como algo natural, además porque la persona aprende mucho en la práctica, mejora mucho haciendo”, indicó Mendaro.
Fuente: 180
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