Para la ministra de Industria, Energía y Minería, Carolina Cosse, el avance tecnológico en el ámbito laboral no es un dolor de cabeza.
«Mucha gente está preocupada porque la incorporación de tecnología haga perder puestos de trabajo, y yo creo que hay una gran oportunidad», dijo.
Cosse participó en la noche del jueves de un evento organizado por Somos Uruguay —»El rol de las empresas públicas hacia la industria del futuro»— junto a los presidentes de Antel, Andrés Tolosa; Ancap, Marta Jara, y UTE, Gonzalo Casaravilla.
A la hora de ilustrar por qué ve a este cambio de paradigma en el mundo laboral como una oportunidad, Cosse citó un estudio que Deloitte realizó para el Reino Unido. Según el trabajo de la consultora, entre 2001 y 2015 se perdieron allí 800.000 puestos de trabajo a causa de la automatización, pero en el mismo período se crearon otros 3,5 millones. «Ahí está la oportunidad», insistió la ministra.
Según ella, con la experiencia de lo que ya ha pasado en el mundo desarrollado, Uruguay puede «prepararse para que esto sea un éxito» a nivel local.
La jerarca ejemplificó algunos cambios que se han venido procesando en el país. En esta línea, mencionó que mientras que la industria frigorífica —uno de los emblemas a nivel productivo nacional— emplea hoy directamente a 16.500 personas, la industria del software da trabajo a 22.000.
«¿Saben por qué insistimos tanto con esa industria? Porque está tan ávida de personal que lo está saliendo a buscar al exterior», indicó.
Si las generaciones más jóvenes se preparan para ingresar a esa industria, agregó, los «absorbe como una esponja y crece».
Además, el fortalecimiento del software también es importante por otro motivo: «tenemos en casa las herramientas para tecnificar las industrias tradicionales», dijo.
«Si pensamos que el desarrollo industrial en Uruguay se tiene que basar en empresas que ocupen 500, 1.000 personas, va a ser muy difícil», dijo Cosse. La alternativa, en cambio, debe pasar por «preparar muchísimas pequeñas empresas muy tecnificadas con muy buenos salarios para su gente», señaló.
Consultada sobre el final del evento desde el público por la situación actual del empleo —que no logra todavía acompañar al crecimiento que la economía tuvo en los últimos trimestre— Cosse volvió a hablar en clave de futuro. «Creo que si pensamos que vamos a recuperar puestos de trabajo haciendo lo que hacíamos antes estamos equivocados», remató la ministra de Industria.
De tarifas y retos por el negocio petrolero.
Ante una pregunta acerca de las tarifas de las empresas públicas, la ministra Cosse sostuvo que es «intención» del gobierno «lograr» una reducción y es una «preocupación» especial de la cartera que maneja. «Hay tarifas que deseamos que bajen mucho más, pero no lo podemos hacer al golpe de balde», dijo. También recordó la última rebaja que hizo Ancap —8% en el precio del gasoil desde el 1° de julio—, que le supondrá una resignación de US$ 50 millones en seis meses.
A su turno, la presidenta de Ancap, Marta Jara, habló acerca de los desafíos que se abren para una empresa como la que dirige cuando el mundo empieza a demandar menos petróleo.
«Planteamos que viene un escenario donde estructuralmente la demanda va a tener que ser menor que la oferta», dijo. Por este motivo, Ancap deberá volverse «lo más competitivo posible» para mantener su negocio robusto.
En tanto, el presidente de UTE, Gonzalo Casaravilla, repasó los avances en materia de diversificación de la matriz energética que Uruguay alcanzó en los últimos años y también se refirió al mañana. El futuro, dijo, «es la gestión de la demanda». El sector eléctrico es «demasiado importante» para «dejarlo en manos del mercado». Además, dijo que hay que «garantizar las inversiones» y si no hay espacio fiscal «buscar la forma». Si no «después pagamos el pato».
Negocios | El País
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