Aunque el sector de las TIC se dedica principalmente a la creación y venta de software, la falta de empleados para las tareas que se necesitan motivó a la industria a generar sus propias instancias de capacitación. Además, intensifican la búsqueda de personal en poblaciones que no suelen ser alcanzadas por las opciones tradicionales de formación. Existen programas para gente que quedó por el camino en los estudios, pero también hay algunos enfocados específicamente en personas con discapacidad o en poblaciones de contexto vulnerable, por citar algunos ejemplos.
Jóvenes a Programar
Este programa, impulsado por el Plan Ceibal, existe desde 2017 y tiene como objetivo enseñar programación y testing a jóvenes de entre 18 y 30 años. El testing es la disciplina que ensaya pruebas de software, chequeos de programas y aplicaciones para revisar su calidad y asegurar que todo esté funcionando. En Jóvenes a Programar aprenden programación durante nueve meses, además de inglés y habilidades denominadas competencias transversales. Al segundo año también los ayudan con inserción laboral.
La directora de JAP, Carinna Bálsamo, dijo que “cuando los jóvenes están en el proceso de decidir si siguen estudiando o van a trabajar, hay una selección interna de hacia dónde ir y muchas veces la tecnología no es considerada”.
Jóvenes a Programar busca llegar a 5.000 jóvenes y hasta el momento acumula más de 1.400 egresados. Este año están enfocados en las mujeres porque notaron que se mantiene la brecha de género de la industria y las opciones educativas tradicionales.
En la industria de las TIC hay un 80% de hombres y 20% de mujeres, en la academia la relación es de 70-30 y en Jóvenes a Programar también, por eso en esta edición están buscando equiparar ese desequilibrio.
Este programa funciona en todo el país, con fuerte presencia en el norte, en ciudades como Salto, Rivera, Paysandú, Tacuarembó y Río Negro. Bálsamo dijo que el mercado tiene necesidad de insertar a estos jóvenes.
“Hay una avidez por estos jóvenes y el mercado lo está mostrando, pero también a las empresas les lleva un tiempo reconocer dónde pueden trabajar estos jóvenes con el nuevo perfil que estamos creando”, indicó Bálsamo
Poblaciones alejadas y vulnerables
Bantotal es una empresa de software para banca e instituciones financieras que enfrentó el problema de la falta de personal y decidió desarrollar una parte de la empresa que generara ese personal capacitado que no conseguían.
Pero además, le agregaron el desafío de formar estudiantes de Secundaria en programación y conocimientos bancarios fuera de Montevideo, precisamente en la ciudad de Guichón.
Marcelo Bertorelli, gerente de relacionamiento de Bantotal, explicó cómo nació la idea: “Quisimos ver qué sucedía si nosotros desarrollábamos a nuevas personas, en lugar de esperar que las universidades dieran nuevas personas al mercado”.
El proyecto fue un éxito y eso los llevó a replicar el modelo de capacitación, esta vez en Montevideo. Empezaron a formar jóvenes en el centro educativo Los Pinos, en el barrio Casavalle. Bertorelli dijo que “tuvo un éxito muy grande. Incluso hay gente hoy tiene cargos importantes en la empresa. Encontramos gente con mucha capacidad, que simplemente había que darle la oportunidad”.
Bertorelli puntualizó en el caso de una mujer de 27 años: “Hoy es la responsable de la capacitación de la empresa, no solo a las personas que entran a trabajar con nosotros sino también en las instituciones financieras que trabajan con nosotros. Eso es un caso claro de personas que pueden insertarse en la empresa de una forma excelente”.
El foco en la discapacidad
Otro de los proyectos que trabaja con población vulnerable está enfocado en discapacidad motriz, auditiva y psicosocial. El programa es de testing y lo impulsa la Fundación Bensadoun Laurent, que trabaja en temas laborales vinculados a personas con discapacidad.
En 2014 detectaron que esta población tenía una necesidad de oportunidades educativas y de inserción laboral en las TIC y hoy brindan cinco meses de un curso teórico y práctico.
Gabriela Barrios, directora técnica de la Fundación, explicó que durante la formación se les dieron comodidades para que aprendieran al nivel de cualquier persona que egresa de un curso de testing.
“Recibieron el intérprete de lengua de señas, se les permitió trabajar en sus propias computadoras, soportes específicos para tablets, explicaciones más detalladas en lo que necesitaban, acompañamiento en cuanto al refuerzo de su seguridad en los casos que estaban más inseguros y el resultado fue excelente”.
“Podemos afirmar que los muchachos trabajaron en igualdad de condiciones respecto a sus compañeros y encontraron incidencias y errores en poco tiempo de pasantía. Son personas que pueden acceder al mercado laboral y cumplir con todas las tareas”, agregó Barrios.
Achicar la brecha
Además de capacitar, hay experiencias que se preocupa por la inserción laboral de más jóvenes, como el proyecto Nahual, que busca acortar esa especie de agujero negro en el que caen los egresados de varios cursos, que no tienen experiencia laboral y no consiguen un trabajo por ese motivo.
Federico Toledo, colaborador del programa Nahual, explicó por qué apuntar a ese problema: “Existen un montón de ofertas educativas que generan personas con conocimiento académico pero sin experiencia. Entonces buscamos cerrar ese espacio para que accedan al mercado laboral. Lo hacemos a través de espacios en los que se conectan empresas con trabajadores”. Toledo explicó que el hecho de no tener experiencia en TIC no siempre es una desventaja.
“Eso aporta una mirada que no tiene el experto en matemáticas, programación o en el negocio, que vienen trabajando en el tema hace mucho tiempo”, agregó.
Guillermo Skrillec, director de testing de GeneXus Consulting, una de las empresas que más soporte brinda a estos programas, explicó lo que se genera con esta búsqueda creativa de personas para que ingresen a la industria de las TIC. “Nuestro negocio principal no es la educación y formación de las personas pero tenemos la necesidad de hacerlo por la demanda que tenemos. Pero al mismo tiempo ayudamos a gente que no había considerado tener una carrera de tecnología”, aseguró Skrillec.
Fuente: 180
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