¿Cómo surgió su participación en la Hackathon Agro?
Cuando el año pasado se hizo la primera Hackathon ni me enteré, estaba en Salto. Para esta segunda edición me inscribí porque la primera ganadora –Lucía San Román– publicó un enlace en el grupo de la Facultad de Agronomía en Facebook, me dio curiosidad y decidí participar.
Integró el equipo ganador junto a otras dos personas, ¿se conocían?
No. La formación de los equipos fue al azar y la realizó la organización –integrada por la Asociación Rural del Uruguay (ARU), la Embajada Británica, la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información y la Fundación da Vinci–. Me anoté por el área del agro, Carlos Capano se inscribió el área de los negocios y Agustín Ackerman por el área de la tecnología. Yo estudio agronomía, Carlos estudia negocios internacionales en la Universidad Católica y Agustín está trabajando en el área de la informática, es programador y analista. Ninguno de ellos estaba vinculado al agro.
¿Cómo se cumplió la actividad?
El viernes 8 hubo un taller y al final se armaron los grupos. La competencia fue el sábado 9 desde las nueve de la mañana a las nueve de la noche y el domingo 10 desde las nueve de la mañana a las cuatro de la tarde.
De los desafíos propuestos, tres por la ARU y uno por el INIA, ¿cuál escogieron y cómo fueron desarrollando la solución?
Analizamos los cuatro desafíos y en grupo elegimos trabajar en resolver uno de los problemas planteados por la ARU, que consistía en desarrollar mecanismos de prevención para enfermedades en cultivos de invierno, vinculado eso con el análisis de eventos climatológicos y el estado de desarrollo de los cultivos. Empezamos proponiendo ideas para ir armando algo que queríamos que tuviese impacto y repercusión a corto y a largo plazo. Propusimos un mecanismo de detección de eventos climatológicos futuros que definían una zona de riesgo para que ocurra una enfermedad. El desafío consideraba los cultivos trigo y cebada y las enfermedades ramularia, manchas foliares y fusarium. La solución tenía tres partes:, información científica sobre las enfermedades y los cultivos, otra parte a cargo de Agustín sobre la integración de plataformas de intelegencia artificial proponiendo el uso de sensores tecnológicos llamados IoT y Carlos aportó todo lo relacionado con los modelos y esquemas de negocios.
¿Qué les dijeron los jurados?
Dijeron que nuestro proyecto tenía gran potencial, que confiaban en la propuesta que les estábamos brindando.
¿Cómo denominaron al proyecto que resultó vencedor?
Precision View, porque buscamos la eficiencia, con información georeferenciada, totalmente localizada. Nuestro proyecto se basa en que el productor tenga un servicio con valor agregado en relación a lo que hoy ya se ofrece, es decir, mecanismos de detección puntuales, porque la realidad de un problema sanitario relacionado con un evento climatológico en un cultivo no es igual en este lugar (la nota se hizo en el stand de la Embajada Británica de la Expo Prado) que en la puerta de entrada a la Rural del Prado.
¿Tienen la intención de explotar este desarrollo, de ambientar su llegada al mercado?
Ya nos juntamos para hablar de cómo seguir. Es un proyecto que se formuló en menos de 24 horas, nos brindó una gran satisfacción y es una buena base que tenemos que seguir trabajando.
¿Cómo se los puede ubicar por parte de quienes quieran tener más información?
La idea es iniciar el desarrollo de una plataforma web y generar medios de comunicación en las redes sociales. De momento tenemos nuestros correos a disposición: capano8@gmail.com; agus_acker@hotmail.com; y juankniazev1996@gmail.com.
El premio es un viaje a Londres.
Sí, vamos a una conferencia sobre bioeconomía y agricultura, denominada «Tecnologías disruptivas en el agro». Además vamos a estar en la Harper Adams, una de las universidades más reconocidas en el Reino Unido, que abarca todo lo relacionado con el agro, desde los temas sanitarios de los animales hasta temas de maquinaria o de economía agropecuaria.
¿Por qué optó por estudiar agronomía? ¿Sus padres están vinculados al campo?
Me decidí para cuarto de liceo. Opté por hacer un bachillerato técnico, en la UTU, para tener tres años de formación agraria y después inicié la facultad. Mi padre trabaja en el frigorífico, en La Caballada. Mi madre fue estudiante de arquitectura y trabaja también allá, en Salto, en un supermercado. No vengo de una familia del campo pero elegí formarme en esto.
Desde su rol de estudiante, ¿qué puede decir del sector?
Es un sector muy valioso para el país, que hay que cuidarlo mucho, es un sector que necesita apuntar más a la sustentabilidad, para eso hay que utilizar más tecnología y nosotros quisimos aportar, desde la Hackathon Agro buscamos contribuir a cuidar el negocio y el ambiente. Por ejemplo, en Inglaterra hay drones adentro de los invernáculos detectando plagas, fumigando y verificando que se solucionó el problema con eficiencia y todo con un mismo equipo y acá hay lugares donde se sigue aplicando fertilizante a bolsa. Es impresionante cómo avanza todo y nosotros con nuestra idea buscamos aportarle solución a uno de los problemas que la ARU entiende hay que resolver.
La ficha
- Nacimiento: El 29 de junio de 1996
- Residencia: Nació en Montevideo, pero vivió desde chico en Salto y regresó a la capital para estudiar agronomía (cursa segundo año)
- Inquietud: Recibe publicaciones del INIA, del Plan Agropecuario y de otros organismos
- Actividades: Le gustan los deportes (jugó al básquetbol en el club Salto Uruguay)
- Básquetbol: Es hincha de Trouville
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