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Global Game Jam 2016: Videojuegos en 48 horas

3/02/16

Unos 60 uruguayos se sumaron a un evento global y crearon 12 títulos en dos días en Montevideo.
Tiempo de lectura: 4 minutos

Ritual. Fue la única palabra que tuvieron como consigna los miles de desarrolladores que, durante 48 horas, se sometieron a la creación de videojuegos en todo el mundo el pasado fin de semana. Esta iniciativa, denominada Global Game Jam, tuvo a 90 uruguayos como protagonistas, quienes crearon 12 títulos.

 

«Si te dicen creá un juego no es tan fácil hacerlo. Ahora, si te dan una consigna, es más fácil desarrollar la creatividad», cuenta Juan Lagisquet, integrante de uno de los equipos locales.

 

Luego de asignar una palabra, armaron los grupos. El trasfondo de la iniciativa era que trabajaran con personas hasta entonces desconocidas. Siempre «se terminan conociendo y hablando de distintos temas», cuenta Fernando Sansberro, quien organizó el evento en la academia A+.

 

Una vez conformados los equipos, 36.000 personas de 93 países del mundo, empezaron a trabajar.

 

Los equipos —integrados por programadores, diseñadores y sonidistas— definieron qué quisieron hacer el viernes a la tarde. Luego, los que estuvieron en A+ el viernes pasado, pudieron irse a sus casas a dormir, bañarse y comer. A las 8, volvieron al ruedo. En la Torre de Antel, siguieron de largo.

 

Lo que siguió fue una jornada «intensísima» de trabajo, según los participantes. «Se pasan momentos tensos y muy intensos donde todo el mundo está muy loco, pero se aprende mucho», dice Lagisquet, quien fue sonidista de uno de las creaciones.

 

A contrarreloj, los videojuegos quedaron prontos sobre la tarde del domingo. Luego, los creadores debieron explicar en qué consistía su desarrollo y mostrar su «jugabilidad».

 

La organización pidió a los creadores que subieran su creación a la página de Internet. En la web, además de encontrar imágenes y explicaciones sobre en qué consiste cada título, se puede descargar la versión para disfrutarlo.

 

¿Qué crearon?

Según cifras de la organización, fueron creados 68.000 juegos en todo el mundo.

En Uruguay, hubo todo tipo de iniciativas. Algunas se basaron en la metodología endless runner: un videojuego sin final, en el que hay que correr hacia adelante. Son por puntuación (el jugador debe batir sus propios récords) y finaliza cuando el jugador pierde.

 

Uno muy aplaudido fue Morning Ritual, inventado por nueve personas, que obliga al gamer a correr hacia delante y no dormirse. El protagonista debe agarrar granos de café y esquivar otros personajes que buscan matarlo. Su dificultad radica en controlar los niveles de café que se toman, para no explotar por cafeína ni enlentecerse porque le hace falta.

 

En Totem Garden el personaje principal debe correr hacia adelante, al ritmo de la música. El jugador debe escuchar y saltar en función de lo grave o agudo del sonido.

 

Otros apelaron a crear juegos vinculados a brujas. Por ejemplo, Black Cat Ritual presenta a una bruja, quien con su gato negro deben realizar un ritual para derrotar a un monstruo. En ese proceso debe luchar contra zombies y murciélagos.

 

Premio: la experiencia.

Quienes participaron del Global Game Jam no obtuvieron ningún premio. «La experiencia de vivirlo es tu recompensa», señala Sasha Alentorn, una de las artistas que trabajó en Totem Garden.

 

Muchas personas participaron por primera vez en esta iniciativa. Algunos, no venían del rubro de los videojuegos pero se arriesgaron a hacerlo. Otros, más experientes, se plantearon algunos desafíos.

 

Lagisquet, por ejemplo, dijo que como sonidista tenía el desafío de, en este evento, hacer música con su voz. «Me puse yo el desafío», cuenta.

 

El trasfondo de la iniciativa era vincularse con otras personas de la industria. «La idea principal es que trabajen con gente que no conozcan y que hagan networking», cuenta Sansberro. Es algo que se fomenta mucho; sino, te encerrás mucho en tu trabajo, apuntan.

 

«Se fomenta porque mucha gente relacionada a los videojuegos suele ser introvertida», puntualiza Lagisquet. Sobre todo, cree que se da con las personas que trabajan en el área de programación.

 

Para Alentorn esto es una muestra de «amor a los videojuegos». «Es cooperar con personas que sienten ese mismo amor y llegan a no dormir durante un fin de semana. Divertido y estresante por momentos, pero vale muchísimo la pena», asegura.

 

Ayuda a la industria.

En el evento —que según Sansberro año a año mejora en calidad del producto presentado y en desarrolladores— participaron muchas personas que ya trabajan en la industria. Juan Lagisquet, por ejemplo, lo hace desde Polyraptor Games, una pequeña empresa que está incubada en Ingenio, una organización que se encarga de acelerar iniciativas de base tecnológica.

 

Este tipo de eventos son un instrumento para acelerar la industria acá y en el mundo.

 

Se trata de uno de los rubros con mayor crecimiento en el siglo XXI. Según estimaciones de la consulta PwC, durante 2015 la industria movilizó 75.000 millones de dólares en el mundo. Para el futuro, las estimaciones son mejores: en 2016 será de 79.000 millones y 84.000 para 2017.

 

Las creaciones uruguayas son codiciadas. En 2014 tuvieron 10 millones de descargas, según una encuesta de la Dirección Nacional de Telecomunicaciones (Dinatel).

 

Hay 20 compañías de videojuegos formalizadas en Uruguay.

Cada vez son más las personas (y empresas) que buscan crear videojuegos en Urguay. Según una encuesta realizada por la Dirección Nacional de Telecomunicaciones (Dinatel) hay 20 compañías formalizadas en el país, dos de las cuales tienen más de 20 trabajadores. El resto no llega a esa cantidad de empleados. Una de las principales herramientas para desarrollarse es la incubación. Una de las plataformas que lo permite es Ingenio, la cual proporciona una oficina para poder establecerse como compañía. Hoy en día, según datos de la organización, hay ocho empresas de videojuegos incubadas. El costo por incubación física tiene un costo mensual de 6.373 pesos más IVA. También se puede hacer una incubación remota, que tiene un costo de 3.187.

 

Fuente: JUAN PABLO DE MARCO para Portal elpais.com.uy

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