Queremos simplemente ser tomadores de las decisiones de otros o queremos tomar la iniciativa y participar activamente para construir nuestro futuro.
Creo que Uruguay está en condiciones de ser un actor clave a nivel mundial en el tema de las Tecnologías de la Información. Como comentaba en la columna anterior, su industria ha dado muestras de que puede ser reconocido a nivel internacional, brindando servicios de alto valor agregado y productos de alta tecnología que son utilizados por los países más avanzados en esta materia.
Hoy nos encontramos ante una convergencia de tecnologías que están acelerando el cambio en todas las áreas de la actividad económica, es como un huracán que a medida que avanza va incrementando su fuerza. Varias industrias están muy cerca del ojo de la tormenta y están siendo totalmente modificadas, y las que están más lejanas a medida que avanza el tiempo peligran mucho más.
Estas tecnologías que por sí solas tienen un alto impacto, juntas se potencian, podemos hablar de: Internet de las cosas, BigData, robótica, inteligencia artificial, genética, impresoras 3D, blockchain, biotecnología, nanotecnología y computación cuántica. Un cóctel altamente efervescente que está concretando grandes cambios.
Para que podamos ser activos participantes en esta nueva revolución, tenemos que hacer un fuerte foco en la educación, en el apoyo a las empresas de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI) y las agencias gubernamentales que tienen incidencia en la innovación, como la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, en la promoción del país, como el Instituto Uruguay XXI y en el gobierno electrónico, como la AGESIC.
En el caso de la Educación, el Plan Ceibal ha tenido una excelente visión de futuro y cuenta con un programa que denominó Laboratorios Digitales. Estos laboratorios, que son unos 200, proveen equipamiento, de robótica, impresoras 3D y sensores para trabajar con Internet de las cosas, lo que habilita a los estudiantes tener contacto con tres de estos vectores que están impactando en el futuro. Por ejemplo, los estudiantes pueden realizar proyectos que involucran varias disciplinas, como fue el caso más conocido de los alumnos del Tala, así como probar estaciones meteorológicas que los ayudan a entrar en el mundo de Internet de las cosas y el posterior análisis de la información. Además toman como marco conceptual el pensamiento computacional, que consiste en utilizar el pensamiento lógico para tener un buen nivel de abstracción y así identificar, simplificar y resolver problemas complejos.
Todo esto está preparando a nuestros jóvenes, es una gran señal, pero no alcanza, todos los centros educativos del país ya deberían estar experimentando con estas temáticas, no podemos caer en el error de que son temas que se van a venir, ya están en todo el mundo, ya están en nuestro país y ya impactan en el Uruguay.
Las empresas del sector de Tecnologías de la Información están trabajando activamente para que más personas decidan trabajar con ellas. No solo se necesitan talentos técnicos, se necesitan talentos de diferentes ramas, para que con la diversidad de profesiones se enriquezca el sector. Pero aun así es importante aumentar la matrícula en las carreras técnicas en las distintas universidades. Según el anuario estadístico del Ministerio de Educación y Cultura, egresaron en 2015 apenas 350 personas de las carreras técnicas directamente relacionadas con el sector de Tecnologías de la Información (TI).
El sector de TI hoy no puede aceptar más trabajo de sus clientes, nuevos proyectos, porque no cuenta con las personas para llevarlos adelante. Una persona para que participe en este sector no se puede formar de la noche a la mañana. Se necesita que más jóve- Agosto 2017 | Somos Uruguay | 7 nes decidan estudiar carreras que den soporte a esta industria, entre ellas están las tecnológicas, pero también es necesario que contadores, economistas, especialistas de industria, etc., vean que este sector demandará mucho más talento en el futuro y que es un excelente lugar para desarrollarse y aplicar sus conocimientos. Por ello insisto en el tema educativo y la importancia de hacer atractivo el estudio y la formación para el trabajo de nuestros jóvenes.
La CUTI, en conjunto con el Plan Ceibal, la participación activa de varias empresas socias de CUTI y el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), lanzaron el año pasado un programa que se denominó Jóvenes a Programar, este programa superó todas mis expectativas, inscribiéndose en una primera instancia más de 12.000 jóvenes de entre 17 y 26 años, para cursos de programación que no requieren experiencia previa y siendo para el estudiante totalmente gratuito. Luego de un proceso de selección de aptitudes, disponibilidad de cursos y localizaciones, están cursando más de 1.100 jóvenes, en 50 centros distribuidos por todo el país, utilizando la infraestructura tecnológica del Plan Ceibal. Todos los cursos son dictados por profesionales integrantes de las empresas socias de CUTI. Hoy tenemos que entender que muchos jóvenes ven a esta industria como una forma de asegurarse su futuro, por lo cual necesitamos que los distintos actores del país presten más atención a este cambio y así apoyar el cambio de nuestra matriz productiva.
Además, la CUTI se encuentra trabajando en conjunto con INEFOP en un proyecto que se le ha dado en denominar B_IT para con él formar en cuatro años en el orden de 4.000 personas en carreras técnicas de por lo menos dos años, que les permitan con esta formación emplearse en las empresas del sector, pero que no pierdan de vista la evolución de su capacitación formal en instituciones reconocidas por el MEC, así como la capacitación interna que brindan las empresas. Es importante que todo el país participe en esta industria, por eso se están realizando todos estos proyectos de alcance nacional, el MIEM, INEFOP, la CUTI, las universidades y Uruguay XXI se encuentran realizando actividades de divulgación y sensibilización en varias ciudades del país, desde Juan Lacaze, pasando por Paysandú, Salto, Rivera, Maldonado, etcétera.
También es necesario que otras industrias vean que innovando, utilizando las Tecnología de la Información, se pueden crear nuevos negocios, ganar nuevos mercados y posicionarse fuertemente en su sector de actividad.
En este sentido, una actividad que la CUTI está realizando son lo que se denominan Hackathon, que permite en un corto plazo abordar un conjunto de iniciativas y analizar la viabilidad de su realización, por ejemplo estos 9 y 10 de setiembre se realizó la segunda Hackathon AGRO, la cual busca sensibilizar a un sector tan importante de la economía nacional, para que sea un usuario más intensivo de las Tecnologías de la Información. Esta actividad se realizó en la Rural del Prado, en conjunto con la Asociación Rural del Uruguay y la Embajada Británica en el Uruguay y en esta edición se sumó la Fundación Da Vinci. En este caso, permite por ejemplo, analizar si es viable utilizar drones para la seguridad de los predios ganaderos. Pero, además, se está trabajando en otras actividades con otras industrias, que potenciarán lo que ya se ha realizado con el agro.
No podemos perder de vista la velocidad con la cual se están produciendo los cambios y cómo ellos están afectando a todos los sectores de actividad económica.
Si todos en el ecosistema de las Tecnologías de la Información trabajamos en conjunto, seguro lograremos no ser meros espectadores y ser constructores de nuestro propio futuro.
Ing. Leonardo Loureiro
Agosto 2017 | Somos Uruguay
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