Más que un sello, la UTEC «es un premio consuelo; perdí en todas las canchas» de la educación, reconoció ayer el expresidente José Mujica en la inauguración del segundo instituto regional para los estudios tecnológicos. El hoy senador soñaba con una «brutal descentralización de la UTU» y con hacer universidades locales por fuera del Codicen, pero tuvo que conformarse con la UTEC que tiene matriculados a 850 alumnos.
La sede abierta ayer en Durazno, donde funcionaba el exhospital Emilio Penza, tiene capacidad para 2.000 estudiantes. Las autoridades pretenden que entre este instituto y el ya consolidado en Fray Bentos, la UTEC alcance los 3.000 alumnos en 2020.
En Durazno se dictan las carreras de Ingeniería en Riego, Drenaje y Manejo de Efluentes; Tecnólogo en Energías Renovables, y la Tecnicatura en Tecnologías de la Información.
De esta última carrera se entregaron los títulos a los primeros 16 graduados. Estos alumnos habían comenzado sus estudios en una sede provisoria, en instalaciones de la Fuerza Aérea, y continuaron en el instituto que se inauguró ayer pero que había sido abierto extraoficialmente.
Además de Mujica, en el acto estuvieron los consejeros de UTEC Pablo Chilibroste y Rodolfo Silveira, el presidente del Codicen, Wilson Netto, el intendente de Durazno, Carmelo Vidalín, y la vicepresidente Lucía Topolansky.
La vicepresidente dijo al portal de Presidencia que «la UTEC costó, era una apuesta que se veía necesaria pero que había que arriesgarse a concretar», y que le «consta el papel clave que jugaron los legisladores del interior para lograr concretarla». (Producción: Víctor Darwin Rodríguez)
Fuente: El País
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