En el 1er semestre de 2023, la demanda de trabajo descendió un 9,5% en comparación al 1er semestre de 2022.
Pese al signo negativo de la comparación interanual, en los primeros 6 meses de este año la demanda de trabajo se mantuvo estable, en el entorno de las 5.500 nuevas oportunidades por mes.
Esto permite analizar que la caída interanual se explica fundamentalmente por el crecimiento excepcional que tuvo la demanda en 2022. Lo refleja claramente la evolución de la tasa de variación interanual, que entre enero y junio pasó de -0,7% a -18,2%, indicando que, pese a permanecer relativamente estable, cada mes que transcurrió la demanda estuvo más lejos de alcanzar el mismo nivel de 2022.
El cambio de tendencia con respecto al crecimiento anterior se produce en un escenario de desaceleración económica, es decir, de un menor nivel de actividad, en el que los empleadores están ajustando a la baja sus expectativas de crecimiento.
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