De este concepto se desprende claramente el derecho a la privacidad en general que tenemos todos los individuos, y en particular a la privacidad sobre los datos que refieren a nuestras personas.
En los tiempos que nos toca vivir, pretender hacer valer esta declaración parece cuando menos utópico pero, no por eso deja de tener sentido el reivindicar los derechos de las personas. Es así que varias organizaciones se han agrupado en un esfuerzo por defender el derecho a la privacidad sobre los datos y han declarado al 28 de enero como el Día Internacional de la Privacidad de Datos.
Surge entonces la pregunta, ¿qué es un “día internacional” y para qué sirve? La respuesta proviene de la Asamblea General de la ONU, indicando que son instancias en las que se invita a llevar a cabo “actividades dirigidas a sensibilizar la opinión pública” respecto a determinados problemas que nos alcanzan a todos los habitantes del planeta.
El propósito fundamental del Día Internacional de la Privacidad de Datos es empoderar a las personas para que hagan valer su derecho y al mismo tiempo sensibilizar y estimular a las organizaciones en general a respetar la privacidad, proteger los datos y fomentar la confianza.
Millones de personas no tienen idea de cómo se está utilizando su información personal por parte de terceros, como parte de las actividades cada día más comunes en nuestra sociedad digital. El aumento de la cantidad de datos que se generan, producto del incremento exponencial de las tecnologías que los producen y posteriormente los manipulan, ha provocado que aun siendo conscientes del problema, su control se nos haya escapado de las manos.
En un mundo donde la información es dinero y poder, es sumamente difícil defenderla de actores con intención de obtener al menos una de estas dos cosas.
La información personal, si bien puede no servir con fines estratégicos a nivel de gobiernos y organizaciones de diversos tipos, es muy valiosa en varios aspectos. Para empezar, debería ser importante para cada uno de nosotros, dado que consiste en datos que refieren a nuestra identidad, salud, maneras de pensar (religión y política), preferencias varias, sitios de actividad, medios de contacto y varios otros atributos personales, que no deberían ser manejados a la ligera por terceros. Para seguir, buena parte de estos atributos pueden llegar a ser utilizados en perjuicio de sus titulares, ya sea para armar engaños en los que hacerles caer para quitarles credenciales de acceso a sitios online protegidos (fundamentalmente vinculados con bancos, dinero y afines) o bien para venderlos a acopiadores de datos personales de enormes cantidades de personas, con los que la tecnología actual permite hacer cosas hasta hace relativamente poco tiempo eran impensables. Como un ejemplo brutal de la falta de respeto por la privacidad, ocupó buena parte de las noticias tiempo atrás el caso de Facebook suministrando información de casi 60 millones de suscriptores a la firma Cambridge Analytica, y peor aún, lo que hizo esta firma con esos datos.
No debemos olvidar que nuestra actividad en las redes sociales, si bien muchas veces creemos tener control sobre la misma, eligiendo que es público y que no, en realidad es toda pública, pues está en manos de las organizaciones que las administran. Esto hace que una buena cantidad de datos personales de cada persona que las integran, estén en manos de firmas a menudo inescrupulosas, que lo único que buscan es maximizar su rentabilidad sin importar los medios utilizados a tales efectos. Así, los datos terminan quedando expuestos al venderse o facilitarse a otras empresas, o simplemente por cambios en las políticas de privacidad o también muchas veces por vulnerabilidades tecnológicas en la infraestructura en que funciona la red social.
Para reseñar brevemente los antecedentes de este día, es de orden recordar que en el año 2006 el Consejo de Europa creó el Día de la Protección de Datos, para celebrar la firma del “Convenio 108”, el primer tratado internacional de carácter legal relacionado con la privacidad y la protección de datos, ocurrida el 28 de enero de 1981 en Estrasburgo, Francia. Esta fecha actualmente se celebra a nivel mundial y fuera de Europa recibe el nombre de Día de la Privacidad de Datos.
En esta fecha, gobiernos, parlamentos y organizaciones nacionales de protección de datos, desarrollan actividades procurando mejorar la concientización sobre los derechos en cuanto a la privacidad y protección de los datos personales.
Cabe recordar que en nuestro país existe la Ley 18331 de Protección de Datos Personales y Acción de Habeas Data, la cual esta año cumple 11 años de vigencia y en la que se establecen claramente los derechos de las personas en cuanto a sus datos personales y las obligaciones de las organizaciones que dispongan de algunos de ellos, a cualquier efecto que los tengan. Los principios fundamentales que impone esta ley y por los cuales se deben regir todos aquellos que actúen en relación a datos personales de terceros son: legalidad, veracidad, finalidad, previo consentimiento informado, seguridad, reserva y responsabilidad.
Autor: Hugo Köncke – Gerente Regional de Consultoría de Security Advisor
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