Para cuantificar este efecto, desarrollamos un Índice de Indicadores de Inclusión en el Lugar de Trabajo que mide las dimensiones clave de inclusión de la toma de decisiones, la pertenencia y la equidad en el trabajo. Los resultados de este índice revelan que las mujeres en tecnología tienen el puntaje de inclusión más alto en todas las industrias evaluadas en la investigación.
Nuestra investigación muestra que el sector tecnológico también se distingue en otros aspectos. En comparación con las mujeres encuestadas de todos los sectores, quienes trabajan en tecnología tienen 18% más probabilidades de solicitar un ascenso. y porcentajes de satisfacción laboral más altos que los hombres en su sector, 66% frente a 63%.
Lo que está claro en general es que hay un fuerte y amplio enfoque en mejorar la inclusión y la diversidad en la tecnología, impulsado por las brechas de representación de género existentes y la intensificación de la escasez de talento, particularmente en torno a las tecnologías emergentes. Los efectos de estos factores se complementan con una mayor conciencia del impacto de los sesgos no conscientes en la IA y el desarrollo de productos, junto con una mayor comprensión de las necesidades de accesibilidad en el diseño de productos y de los beneficios que aporta la diversidad en términos de estimular la innovación.
Otros elementos básicos son los programas de capacitación, que incluyen en su plantilla la capacitación sobre sesgos no conscientes a todos los colaboradores, que a menudo se combina con programas de desarrollo del liderazgo femenino para fomentar la preparación a nivel ejecutivo y preparar a las mujeres para la siguiente etapa en los niveles gerenciales. Algunas empresas de tecnología involucran específicamente a los hombres en sus esfuerzos por mejorar la diversidad de género, a través de iniciativas como programas de alianzas centrados en los hombres y generosas políticas de licencia parental abiertas tanto a las madres como a los padres.
En pocas palabras, nuestra investigación sugiere que las mujeres que trabajan en tecnología sienten mayores niveles de inclusión y empoderamiento en el trabajo, un hallazgo que es un buen augurio tanto para la industria como para las mujeres en general. Sin embargo, aún se necesita hacer más para cerrar las brechas de representación y equidad de género.
También es importante reconocer que las brechas de representación de género no son solo un problema que debe resolver la industria tecnológica. En resumen, todos tenemos un papel que desempeñar en el llamado a la acción sobre la equidad de género, incluso cuando se trata de mujeres en la tecnología.
María José Barreiro, gerente de Consultoría en Gestión Humana de PwC Uruguay.
Rossana Grosso, directora de Consultoría de Negocios de PwC Uruguay.
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