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Una forma más real de vivir el arte

10/02/16

El primer Museo Aumentado del Uruguay ofrece una experiencia única de la mano de Campo de Marte.
Tiempo de lectura: 3 minutos

Un paisaje de una quinta que cambia bajo una lluvia repentina o una mujer que deja de ser una figura inmóvil para contar sus pesares son algunas de las sorpresas del primer Museo Aumentado del Uruguay, donde la realidad virtual y la proyección volumétrica transforman la experiencia de apreciar el arte.

 

El museo está ubicado en pleno centro de la ciudad de San José de Mayo, en la plaza Treinta y Tres, al lado del conocido teatro Bartolomé Macció y frente a la Catedral Basílica.

 

Se inauguró en octubre durante la décima edición de la feria de promoción de la lectura y el libro de San José y un mes más tarde abrió sus puertas gracias al esfuerzo de la comuna y la productora audiovisual Campo de Marte.

 

«Le dije al intendente que tenía que ser algo que tuviera que ver con las nuevas tecnologías para que fuera más atrapante, más educativo, para generar más público y que a su vez la gente pudiera sentirse identificada con el personaje», explicó a Cromo el director general de cultura de San José, Juan Carlos Barreto. Esa idea desembocó en el uso de la realidad aumentada.

 

El primer Museo Aumentado del Uruguay recoge la obra del pintor y escultor maragato Hugo Nantes. La exposición cuenta con un video a 180° que pretende ser «una cápsula del tiempo» mediante la técnica del mapping, es decir, la proyección volumétrica sobre las superficies del lugar.

 

El filme que se exhibe entrelaza pasajes de la vida del artista con historias que pasaron en San José, en Uruguay y en el mundo entre 1930 y 2010, un año después de su muerte.

 

Pero cuando aparece la realidad aumentada en la sala, el arte, literalmente, cobra vida. Proyectados en las paredes de lo que fue la bóveda de un banco que quebró en 2002 y que más tarde fue comprado por el gobierno departamental, se pueden apreciar distintos cuadros de Nantes a tamaño real. Es ahí cuando comienza la magia.

 

A través de la utilización de una tableta, los visitantes pueden interactuar con las obras. Gracias a la tecnología desarrollada por el equipo de Campo de Marte, pueden experimentar la interacción con los personajes, los que le cuentan al espectador la historia y características de la pintura.

 

Por ejemplo, en Cholas en la estación, los personajes le relatan al espectador quiénes son y dónde viven. Para crear un ambiente más real, el audio fue realizado por una mujer boliviana.

 

En Doña Albina en la cama los objetos se mueven y la figura interactúa con el público. En Quinta de Freire, el software de realidad aumentada genera una copiosa lluvia en el paisaje.

 

 

La experiencia es única: mientras se observa en la pared el cuadro original inmóvil, se disfruta de la animación en una tableta.

 

«La gente lo ve, lo disfruta, aprende y se queda con ganas de volver a verlo», comentó Barreto.

 

Además del trabajo de desarrollo en el que participaron más de 30 personas, el equipo habló con familiares, amigos, vecinos de Hugo Nantes, con coleccionistas y recolectó información de diarios, revistas y videos.

 

Aunque el museo es nuevo, sus creadores ya están pensando en mejorarlo y perfeccionarlo. La aspiración central del espacio cultural San José es crear una aplicación propia para dispositivos móviles.

 

Y, de esa forma, ofrecerle al público más libertad a la hora de disfrutar las obras. Además, se quiere ampliar el acervo con obras de Paco Espínola, Wenceslao Varela o Francisco Canaro, «artistas que aportaron no solo a la cultura de San José sino a la del país en general», señaló el director de cultura. Y agregó: «Queremos reforzar e implementar nueva y mejor tecnología al proyecto actual».

 

Fuente: Cromo

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