Conecta

Sé parte Contacto

La Suecia de América

26/04/17

Uruguay busca posicionarse como plataforma mundial de prototipos.
Tiempo de lectura: 5 minutos

«Mi plan es convertir a Uruguay en la Suecia de América. Elaborar una plataforma para reclutar talento, no solo local sino de toda América Latina, para que vengan a pensar ideas y producir prototipado que cambien el mundo», dice el cofundador y director ejecutivo de Comunicaciones de la empresa de soluciones en comunicación interactiva The Electric Factory, Juan Ciapessoni, en una entrevista publicada en el libro Vencer paradigmas del comunicador Alexis Jano Ros.

 

Ciapessoni entiende que en un plazo de 10 años podría haber campus en donde las empresas trasladen sus centros de desarrollo para realizar «ejercicios explorativos y beta tester». La idea de Ciapessoni es compartida por varios actores del gobierno y de la sociedad civil, empresas y expertos en tecnología, que coinciden en creer que es posible un cambio en la matriz productiva local, y que Uruguay tiene todo para posicionarse como un centro de investigación y desarrollo de prototipos.

 

En entrevista con Café & Negocios, Ciapessoni, también cofundador de Sinergia Tech –su primer paso para lograr este objetivo–, mencionó que en los años 50 Uruguay se posicionó como la Suiza de América, como polo logístico y una cultura europeizada y de inmigrantes, por eso juega con el término Suecia-Suiza. Ciapessoni explicó que utiliza la comparación con Suecia, aunque podía haber recurrido a otro país escandinavo, por el grado de desarrollo de las industrias interactivas en esos países, «de los más adelantados del mundo».

 

«Por el tema tecnológico en el que estoy envuelto hace ya bastantes años, me di cuenta que Uruguay por ser un país neutral, por su huso horario, por su escala, por la infraestructura que ya tiene a nivel tecnológico, es un lugar que puede ser semillero de prototipos y testeos, en donde los jóvenes elijan probar sus emprendimientos», explicó.

 

Además, puede ser un lugar de testeo para el resto del mundo. «Nicholas Negroponte lo comprobó con One Laptop Per Child (programa en el que se inspiró el Plan Ceibal) cuando se entregó una computadora a cada niño».

 

«Lo que se busca es atraer a 500.000 personas nómades a Uruguay para que hagan sus desarrollos», señaló Ciapessoni.

 

Sinergia Tech y su aceleradora de empresas lanzada recientemente, según Ciapessoni, es una forma de «vender» a Uruguay, no como un lugar exportador de granos o carne, sino como un centro de testeo. «Si las empresas quieren ver el futuro de cómo la gente se va a mover, pueden probar en Uruguay. Creo que ahí está el camino al desarrollo», indicó.

 

A su vez, el socio de Ciapessoni en el centro de innovación, Maximiliano Pérez, expresó que Uruguay ofrece facilidades para que emprendedores puedan validar sus productos y testearlos en un mercado acotado pero representativo a nivel regional. «Hay varias iniciativas a nivel empresarial, de instituciones de la sociedad civil y del gobierno que van en ese sentido», destacó. Considera que Uruguay «es un tubo de ensayo en tiempo real. La estabilidad económica y financiera es buena y diferente de otros países de la región».

 

INICIATIVAS CONJUNTAS

Además de Ciapessoni, otros actores involucrados en el ámbito tecnológico están planteando iniciativas en pos de atraer empresas y emprendedores extranjeros para que vengan a trabajar a Uruguay. Uno de ellos es el CEO de Collokia, Pablo Brenner, quien desde hace seis meses trabaja en una iniciativa en conjunto con actores del sector industrial, de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (Cuti) y del gobierno.

 

«La idea es salir al exterior, hablar con las empresas y entender qué precisan. Estamos trabajando en averiguar cuáles son las limitaciones que impiden que la gente venga (a Uruguay). Algunas son reales y otras son percepciones que tienen los emprendedores de la región», explicó Brenner. Para ello, un experto en inteligencia artificial de Silicon Valley, Nate Soares, visitó Uruguay hace dos semanas y comentó que es necesario comunicar en detalle los procesos de obtención de residencia y los pasos necesarios para abrir una empresa.

 

Brenner subrayó que la limitante para la innovación en el mundo no es ni la tecnología ni el dinero, sino las regulaciones. «Todo el mundo está hablando de los autos autónomos. La tecnología ya está bastante desarrollada y dinero hay, lo que falta es regular aspectos, como los seguros», puso como ejemplo el empresario.

 

La Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) también se encuentra realizando esfuerzos en este sentido en conjunto con otros organismos ligados a la innovación y competitividad, como Uruguay XXI y Cuti –en el marco de la Secretaria de la Transformación Productiva–, tratando de unificar acciones. El presidente de ANII, Fernando Brum, explicó que ya está disponible desde el año pasado lo que denominan un fast track (camino rápido) para la radicación de empresas tecnológicas en Uruguay, que simplifica varios trámites.

 

«Tenemos una oportunidad y lo estamos planteando en la Secretaria, en cuanto a ser más agresivos en posicionar a Uruguay y tratar de que vengan esas empresas», indicó Brum.

 

Una propuesta planteada por Brenner y con la que Brum coincide es tener áreas regulatorias especiales para que ciertas industrias puedan hacer pruebas en Uruguay. «Podríamos pensar que hubiera una ciudad que permitiera el uso de autos que se manejen solos. Hay ciudades en EEUU que tienen esa estrategia, que dan permisos para atraer a empresas. No es algo nuevo, pero podría funcionar», expresó.

 

Por su parte, la coordinadora sectorial TIC del programa de Servicios Globales de Uruguay XXI, Isabella Antonaccio, mencionó que el foco del programa es hacer más competitivo el sector y promover la atracción de empresas extranjeras .»Somos competitivos cuando las empresas están buscando servicios de mayor valor agregado», resumió.

 

Lo positivo y lo negativo

Cobertura de fibra óptica en los hogares, estabilidad económica y política, transparencia en las regulaciones y buena infraestructura tecnológica, son algunas de las características uruguayas que destacan los expertos consultados, para atraer a empresas extranjeras que instalen sus centros de desarrollo.

 

El vicepresidente de Cuti para Mercados Globales, Leonardo Loureiro, contó que la cámara participó de las misiones del presidente Vázquez a China y Alemania, con el fin de atraer a empresas de aquellos países, y aseguró que la clave está en dar a conocer las ventajas con las que ya cuenta Uruguay. «Chile sacó la visa tech hace poco. Uruguay ya la tiene. Es una visa laboral que se obtiene en pocos días para trabajar en tecnología. Son cosas que promoviéndolas correctamente, pueden convertir a Uruguay en un país tecnológico», opinó.

 

Uno de los programas destacados a nivel mundial es el Plan Ceibal, que este año cumple una década y logró posicionar a Uruguay como un país de referencia en tecnología vinculada a la educación.

 

Su presidente, Miguel Brechner, dijo que a través de Ceibal algunas empresas extranjeras están haciendo pruebas de sus programas, y que eso puede continuar con otras áreas. «Tenemos buenos ingenieros, especialistas en software, buena conectividad, buenas reglas de juego. La industria tecnológica se basa en eso, y nosotros lo manejamos bien», explicó. Al igual que Brum, Brechner entiende que el cambio de la matriz productiva es posible y que hay que empezarlo «cuanto antes; preparar a la gente para el mundo que se viene».

 

Por su parte, el jefe de Diseño de WeWantToKnow y catedrático de videojuegos de la Universidad ORT, Gonzalo Frasca, destacó el éxito del Plan Ceibal: «En lo que tiene que ver con educación y tecnología, está mucho mejor preparado Uruguay que otros países».

 

Respecto al testeo de productos consideró que se puede hacer y en distintas industrias, especialmente en el software. Sin embargo, los costos podrían limitar la llegada de empresas. «Uruguay es un país caro, no es tan atractivo comparado con otros países cuando se necesitan insumos físicos», añadió.Reglamentaciones adaptadas.

 

Desde el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), se trabaja a través de la Comisión Sectorial de Electrónica y Robótica en el desarrollo de conocimiento vinculado a estas áreas. El subsecretario de la cartera, Guillermo Moncecchi, explicó que uno de los cometidos del ministerio, como forma de bajar los costos, es favorecer las reglamentaciones a nivel del Poder Ejecutivo con el fin de reducir la carga impositiva para la importación de componentes para empresas de electrónica.

 

«Eso nos parece que puede ayudar al desarrollo de la industria. Queremos hacer con la electrónica algo parecido a lo que pasó con las TIC. Uruguay exporta las TIC al mundo, y consideramos que hay espacio en materia de electrónica para hacer lo mismo», resaltó Moncecchi. Añadió que eso «es fundamental para transformar la matriz productiva y la industria uruguaya».

 

Necesaria movida cultural

Ciapessoni también apuesta a pensar en los beneficios impositivos, no solo en los negocios relacionados con la tecnología, sino en busca de la forma de entretener a quienes se radican en el país. «Se ha empezado a generar una movida en Uruguay de que hay actividades para hacer», señaló.

 

Fuente:  El Observador

Compartir