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Álvaro Lamé: “La nuestra es una industria que puede cambiarle la vida a la gente”

11/01/17

Homenaje de CRÓNICAS a Álvaro Lamé
Tiempo de lectura: 6 minutos

A fines de setiembre, CRÓNICAS conversó extensamente con Lamé para extractar luego lo más jugoso de ese encuentro para una nota que formaría parte de la edición especial del mes de octubre por los 35 años del semanario. “Vos después lo ordenás, porque yo hablo mucho y sé que todo lo que digo no entra; vos limpiá”, anunció de entrada, sabedor de que la charla insumiría alguna que otra hora de grabación.

 

A modo de homenaje, elegimos algunos pasajes de esa entrevista para recordar su apasionamiento por lo que hacía y, a su vez, remarcar la visión de un verdadero pionero en el tema de la TICs en Uruguay.

 

Dos o tres conceptos lanzados antes de encender el grabador permitieron vislumbrar cuán entusiasmado estaba de presidir de nuevo la CUTI.

 

“Nosotros trabajamos sobre una propuesta de programa, que en realidad compartimos con todos los socios de la cámara. La idea fue que todos participaran para mejorar y enriquecer el plan”, dijo con un dejo de orgullo en su voz.

 

Un tema lo desvelaba: la formación de recursos humanos en el sector.

 

“La nuestra es una industria que puede cambiarle la vida a la gente, por eso es, me parece a mí, una industria muy interesante para los jóvenes”, reflexionó al comienzo de la entrevista.

 

Enseguida, sin seguir mucho el hilo de la conversación, hizo hincapié en un problema que involucra a muchos que hoy siguen carreras tecnológicas. “Entra bastante gente, pero muy poca sale recibida, es decir, no termina. Ahí pueden ser dos los problemas. Uno que está identificado y es que las empresas sacamos a los estudiantes antes que se reciban dada la demanda y la necesidad de recursos humanos. Las empresas buscamos gente, y esa gente también quiere trabajar. Y a la vez que es una industria que paga bien, también sigue capacitando, porque vos te seguís formando dentro de la empresa. Lo que aprendiste en facultad es el 30 por ciento de los que vas a precisar después de tres o cuatro años trabajando. Entonces, lo que termina pasando es que mucha gente no vuelve. A su vez, hay otro tanto de gente que abandona, y ahí  tendremos que averiguar las razones”, reflexionó.

 

Fue el turno de hacer referencia a la propuesta educativa, y fue contundente su apreciación: “Hay una propuesta educativa que tendremos que modernizar y adaptar a las necesidades de la industria y de las nuevas generaciones. Tenemos que ordenarnos un poco con eso y asesorar bien a los gurises, mostrarles lo que es la industria, su atractivo, como paga, el tipo de trabajo que se hace”. Para continuar con el concepto, mostró su coincidencia con una apreciación de Nicolás Jodal, quien considera que a los chicos, al igual que se hace con los artistas, hay que darles a un lugar para que se expresen. “Porque acá no se trata de escritorios como en otra actividad, sino que es más un taller de expresión, porque un programador está creando”, añadió.

 

“Tenemos que salir a buscar a los jóvenes y motivarlos para que vengan. Hay que hacer un trabajo muy consecuente con eso. A veces hacemos una o dos actividades pensando que con eso alcanza, y no es así. Lo que sí sabemos es que precisamos mucho más gente formándose”, expresó.

 

En la charla puso en duda el aporte que puede significar el Plan Ceibal como puerta de entrada al sector.

 

“Desde la CUTI tenemos pendiente sentarnos a conversar. Un poco lo que pretendemos es identificar dónde tenemos los problemas, dónde podemos actuar con poca cosa y dónde podemos hacerlo con otra demanda de recursos. Yo creo que tenemos que crear en el ADN de los gurises ese gusto por programar e innovar. Por el lado lúdico, pienso, hay para crecer. Claro que hay que invertir; es necesario trabajar con los chicos, con los especialistas, pero es una tarea que hay que hacer porque, de lo contrario, el sector no va a crecer. Y sería una pena porque, si formamos gente, es la única industria que no tiene límites”, dijo al respecto.

 

Luego fue el turno del papel de los gobiernos en el desarrollo de estas tecnologías, y el caso atípico que en este sentido se dio en nuestro país.

 

“Todas las industrias de TICs en el mundo que han crecido mucho, lo han hecho porque los gobiernos pusieron foco en eso. Uruguay, probablemente, sea una excepción, porque creció más que nada porque se juntó una generación muy buena de profesionales. Pero justamente hoy no creo que estemos en una situación de pedirle mucho al Estado. Sí creemos que hay cosas que no son de inversión sino, de repente, de concesión. Hay una oportunidad y una necesidad muy grande en empresas de otros sectores para que incorporen tecnología, porque aún están muy atrasadas en innovación y tecnología. A través de la innovación y tecnología se puede mejorar la gestión y aumentar la eficiencia. A veces cuesta un poco porque son inversiones, pero ahí lo que queremos es tener un beneficio fiscal para las empresas que inviertan en software. Y así como se dio para la facturación electrónica, también hacerlo con las TICs”, explicó.

 

En su opinión, en el tema de la educación, al sector lo pueden ayudar organismos como el Inefop. “El Inefop tiene mucha plata, entonces uno piensa que tendría que gastar, porque si está pensado para formar gente, hay que invertir. No puede ser que en eso no estemos gastando. Es una institución pública que tenemos en Uruguay para formar a los trabajadores y es a la única que le sobra plata;  es de locos. En ningún otro lugar hay plata y ahí hay como 60 millones de dólares. No quiero criticar pero, en definitiva, ahí tenemos un espacio con recursos para formar gente”, reclamó.

 

Pero su demanda iba más allá de lo económico, pretendiendo, además, el involucramiento de todos los actores: agencias, ministerios, el MEC y relaciones exteriores. “Lo que más queremos de ellos es que nos apoyen y nos brinden su confianza. Somos un sector maduro, profesional, entonces si nosotros queremos salir a pedirle fondos a algún organismo internacional para desarrollarnos aún más, que nos apoyen en eso. Lo que queremos es que se haga foco en esta  industria para que crezca y genere recursos humanos. Hoy tenemos empresas vendiendo en más de 50 países. La verdad es que la industria ha llegado a un nivel donde hay que sacarse el sombrero”, enfatizó.

 

La constante evolución de la tecnología no fue escollo para que Lamé diera una visión futurista de la industria en el país.

 

“Somos referentes a nivel regional porque en algún momento conquistamos posiciones y llegamos ahí, pero después las vamos perdiendo. Los demás también hacen cosas y nosotros, muchas veces, somos de dormirnos en los laureles; ese es un defecto que tenemos. Corrigiendo los problemas de base que tenemos en la formación de recursos, podemos seguir avanzando.  Si tenés una buena oferta de recursos humanos, una buena oferta educativa, hay empresas que te empiezan a mirar de otros lados. Si logramos influir ahí, damos un gran paso. Es una industria que va a ser agente de cambio en la industria tradicional, aportando tecnología e instrumentos para el desarrollo”, señaló sobre el cierre de la charla.

 

Por Oscar Cestau | @OCestau

 

 

 

Alvaro Lamé, por sobre todas las cosas, un gran tipo

Fue por el año 1994. Un amigo en común, me pidió que concurriera a la inauguración de la empresa de Álvaro, Lamé Stratta y Asociados. Ese día, recuerdo, teníamos el cierre del semanario y con mucha suerte, pese a la hora, pudimos dar cuenta de ese acontecimiento en nuestras páginas. Allí comenzó una linda amistad con Alvarito, como  le llamamos siempre. El resto, es historia conocida. Pronto, con Netgate, se convirtió en un referente nacional e internacional, experto en internet y a través de la red, de todas las formas de utilizarla.

 

Para CRÓNICAS, Alvaro fue un inspirador y un genial promotor de nuestra presencia en la web. En el año 1996, gracias a su empuje, logramos colgar toda la edición del semanario, iniciando así nuestra participación digital. Lo increíble fue que Álvaro logró hacerlo en 48 horas, para poder coincidir con otro colega que salía también esa semana. Gracias a él, nuestra publicación semanal, fue la primera que tuvo todo su contenido a disposición de sus lectores en la web.

 

Cuando en 2009 surgió el proyecto de Empresas & Negocios no dudó en sumarse al mismo, y desde el consejo editorial fue fuente de consulta permanente en todos los temas vinculados a aspectos tecnológicos.

 

Pero, lo más importante, más allá de su apoyo permanente, lo que nos quedará a todos los que lo conocimos, es que fue un gran tipo, con todo lo que ello significa.

 

Por Jorge Estellano

 

Fuente: Crónicas

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