En un mundo donde la tecnología es omnipresente y la inteligencia artificial generativa avanza a pasos agigantados, considero fundamental reflexionar sobre la importancia de la ciberseguridad en la educación formal de niños y adolescentes. Como profesionales experimentados en el campo de la ciberseguridad, debemos ser conscientes de que estamos dando forma al futuro de una generación que crece inmersa en un entorno digital.
Los niños y adolescentes de hoy, conocidos como nativos digitales, están rodeados de dispositivos electrónicos y plataformas en línea desde una edad cada vez más temprana. Si bien su interacción con la tecnología es innata, ¿realmente comprenden los riesgos asociados? En mi experiencia, salvo casos excepcionales, la conciencia sobre estos riesgos aún está lejos de ser completa.
Nuevas tecnologías, nuevos riesgos
En el contexto actual, uno de los fenómenos más relevantes es el deepfake, una técnica que permite la creación de videos falsos de manera extremadamente convincente mediante la manipulación de imágenes y audio. Aunque esta técnica presenta numerosas aplicaciones positivas en diversas industrias, como la sincronización de labios en doblajes, la restauración de material audiovisual antiguo y la creación de contenido educativo “divertido”, también plantea serias preocupaciones. Por ejemplo, podría ser utilizada para difundir información falsa o manipular la percepción pública de eventos y personalidades, generando confusión y caos en la sociedad.
La inteligencia artificial generativa (por ejemplo, en los sistemas de recomendación de contenido) mejora la experiencia del usuario al ofrecer recomendaciones personalizadas, pero también plantea dilemas sobre la privacidad y la seguridad de los datos personales.
Educación en ciberseguridad
La educación formal, al igual que la educación en el hogar, desempeña un papel crucial en la preparación de los jóvenes para enfrentar todo tipo de desafíos. Pero ¿deberíamos incluir la concientización en seguridad de la información como un tema relevante? Introducir conceptos de ciberseguridad en el currículo escolar no solo les proporciona los conocimientos necesarios, sino que también fomenta una cultura de responsabilidad y precaución en línea.
Existen muchas áreas en las que la educación formal puede marcar la diferencia. Aprender a crear contraseñas seguras o comprender los riesgos de compartir información personal en línea puede tener un gran impacto.
Es fundamental generar las herramientas necesarias para que los educadores puedan utilizar métodos de enseñanza interactivos y prácticos que involucren a los estudiantes en el aprendizaje de la ciberseguridad. Actividades como simulaciones de ataques cibernéticos y ejercicios de resolución de problemas pueden ayudar a los jóvenes a comprender mejor los riesgos de las amenazas en línea.
A temprana y a tercera edad
La conciencia en ciberseguridad es esencial en la educación formal de niños y adolescentes. Con la creciente presencia de la tecnología y la inteligencia artificial generativa en nuestras vidas, tenemos la responsabilidad de equipar a las futuras generaciones con las habilidades necesarias para protegerse en el mundo digital. Al hacerlo, no solo estamos salvaguardando su seguridad y privacidad, sino también construyendo un futuro más seguro y resiliente para todos.
¡Tampoco debemos olvidarnos de los abuelos! Hablemos, concienticemos, enseñemos; nuestras acciones son clave para que no se sientan desprotegidos en este mundo digital.
Una nota de Isbel. Ver original.
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