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Empleado tóxico: ¿Cómo detectarlo y desactivarlo?

23/04/25

¿Has notado que el ambiente laboral se está deteriorando y que tus empleados son ahora menos proactivos y eficientes? Es posible que haya aparecido un empleado tóxico, y que esté destrozando al equipo de forma casi imperceptible y afectando negativamente los procesos de la empresa. Entonces, ¿Cómo identificarlo? ¿Es posible neutralizarlo?
Tiempo de lectura: 4 minutos

¿Cómo es un empleado tóxico?

Un empleado tóxico es una persona cuyas acciones, comportamientos y emociones son perjudiciales para el equipo o para los bienes de la empresa durante un período de tiempo determinado. Suelen ser personas que se quejan continuamente, que difunden rumores, menosprecian, son groseros, se burlan, crean y se involucran en situaciones de conflicto, etc. Los investigadores afirman que esta es la forma en que las personas tóxicas afrontan el estrés y los traumas personales.

Un empleado tóxico es difícil de detectar a simple vista. Estos profesionales son excelentes manipuladores y puede que no sean conscientes de que su comportamiento está envenenando la vida de los demás empleados y perjudicando a la empresa.

¿Cómo afecta un empleado tóxico al equipo?

Un empleado tóxico dentro del equipo resulta incómodo, desmotivador, es costoso para la empresa y puede contagiar a otros empleados:

  • Los empleados tóxicos aumentan la rotación del equipo en un 54%.
  • El 80% de los empleados dedica su tiempo de trabajo a reflexionar sobre el comportamiento y las palabras de un compañero tóxico en lugar de trabajar.

El 25% de los empleados que trabajan con un empleado tóxico «descargan» su descontento con los clientes.

Según la investigación, el comportamiento negativo y grosero se transmite de un empleado a otro. Es decir, donde hay un empleado tóxico, es de esperar que aparezcan otros. Por lo tanto, es muy importante determinar quién está envenenando el ambiente en el equipo lo más pronto posible.

¿Cómo detectar a un empleado tóxico?

No existe una fórmula perfecta para determinar cuán tóxico es el comportamiento de un empleado. Sin embargo, las investigaciones han demostrado que existen varias señales que indican que un empleado está teniendo un comportamiento tóxico hacia sus compañeros y hacia sus procesos laborales:

  1. Exceso de confianza. Los empleados que muestran confianza excesiva en sus capacidades, conocimientos y acciones pueden ser especialmente propensos a ser tóxicos. Es común que no estén de acuerdo con las opiniones de los demás, critican las acciones de los empleados, en ocasiones infravaloran las contribuciones de otros profesionales, exageran el valor de sus acciones y creen que pueden salirse con la suya. Para determinar el grado de confianza de un empleado, comprueba cómo califica sus competencias en una escala del 1 al 5. Una puntuación máxima que no se sostiene en la práctica es una llamada de atención que indica que el empleado puede estar comportándose de forma tóxica con sus compañeros de trabajo.
  2. Egoísta. Estas personas ponen sus propios objetivos por encima de los de los demás y no piensan en cómo sus acciones pueden afectar a sus compañeros. Por lo tanto, presta mucha atención a los empleados que se niegan a ayudar a otros miembros del equipo.
  3. Demasiado correcto. Cuando los empleados siguen las normas y los reglamentos, es algo positivo. Pero a veces, los empleados utilizan las normas como argumento para inmiscuirse en las acciones de sus compañeros de trabajo.
  4. Habladores. Quienes disfrutan polemizando traen discordia y distraen a los compañeros de su trabajo. Además, los chismes pueden ofender a otros empleados.
  5. Maleducados. El ambiente en la empresa se deteriora rápidamente cuando alguno de los empleados empieza a ser grosero o maleducado. Con frecuencia, estas personas demuestran su descontento con insinuaciones, cartas y notas, pero rara vez expresan sus reclamos directamente a la cara.

¿Cómo manejar a un empleado tóxico?

Habla con el empleado

El comportamiento tóxico es una señal de que el empleado se siente insatisfecho con ciertas áreas de su vida personal o profesional. Conversa con el colaborador. El formato de reunión 1-a-1 es ideal para hacerlo. Piensa de antemano en todos los temas que quieres tratar durante la reunión. La siguiente es una lista de ejemplo con preguntas que te ayudarán a comprender lo que está pensando tu empleado:

Luego de la comunicación, documenta toda la información y ofrécele al empleado la asistencia adecuada. Si el empleado está descontento con algún elemento particular de su trabajo, sugiere una posible estrategia para cambiar los procesos de trabajo. Si el empleado tiene problemas familiares o personales, quizás sea conveniente recomendar otros servicios u otros profesionales.

Proporciona retroalimentación

Es posible que los empleados tóxicos no se den cuenta o no estén conscientes de la negatividad que traen al equipo con su comportamiento. Si descubres o notas que un profesional se ha comportado de forma incoherente en un momento determinado, habla con él o ella. Explícale por qué es inaceptable ese tipo de comportamiento en tu empresa, fundamentándote en la cultura de la misma.

Darle un seguimiento al empleado para que cambie

Pasa de las palabras a la acción si el empleado tóxico no está dispuesto a cambiar. En este caso: llamados de atención reiterados, escalar el tema con otros managers, hasta recibir sanciones u amonestaciones que deriven en la reducción de sus beneficios y bonificaciones.

Frena la propagación de la toxicidad

Vela por el bienestar de otros empleados que puedan encontrarse con la toxicidad de un compañero. Fomenta una comunicación abierta y honesta, y crear un ambiente de respeto y colaboración junto con reforzar una cultura de valores positivos. Recoger la opinión de los empleados sobre la toxicidad en el trabajo de forma anónima mediante encuestas que pueden ayudar a identificar los problemas y tomar medidas. 

¿Cómo evitar contratar a un empleado tóxico?

Durante la búsqueda del candidato óptimo, los reclutadores y los gerentes de RRHH suelen prestar mucha atención a las habilidades duras, mientras que las habilidades blandas quedan un poco de lado. Sin embargo, son las habilidades flexibles las que permiten entender qué tipo de persona se está buscando. Por ello, utiliza una entrevista estructurada y presta atención a los detalles durante la misma:

  • La puntualidad con la que llega el candidato a la entrevista;
  • Cómo responde sobre antiguos empleos y supervisores;
  • Si el comportamiento del candidato es amistoso, grosero o condescendiente
  • Si el comportamiento del candidato cambia una vez terminada la reunión.

Adrian Savarese

LATAM Sales Manager – Peopleforce

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