Siempre pensé que lo mejor de ser emprendedor era ser mi propio jefe, flexibilidad de poder trabajar en los proyectos que me apasionan, la posibilidad de ganar altos montos de dinero o el viajar y trabajar al mismo tiempo. Si bien he tenido varias de las cosas que mencioné anteriormente y en general son experiencias positivas, jamás imaginé que lo que me pasó en noviembre del 2021 fuera a darle el sentido que siempre busqué a esta vida de emprendedor que llevo desde hace 13 años.
Desde que empecé mi camino como emprendedor fui experimentando los diferentes logros y fracasos por los que uno pasa en este camino de vida. Inicié desarrollando videojuegos en mi empresa Press Start (www.pressstartevolution.com/es), trabajo que me apasiona bastante, he trabajado desde casa por más de una década con la flexibilidad y comodidad que esto trae, pude experimentar y vivir como las largas noches de trabajo fueron para mí, un vehículo para construir el futuro con mi empresa, tuve la oportunidad de vivir en Silicon Valley por 5 años y conseguir inversión privada para mi proyecto, el cual vi crecer y caer, pude viajar por Latinoamérica, Europa, Asia y Australia donde también viví por año y medio y por último establecerme en el país y ciudad de mi preferencia (Punta del Este, Uruguay).
Nada de lo anterior por bueno que parezca en su mayoría, se compara con lo que sentí cuando nació mi hijo Joaquín, en noviembre de 2021. Más aún, el poder verlo todos los días y estar 100% presente en su crecimiento. ¡Ese! Es para mí el mejor regalo que me ha dado y me sigue dando la vida de emprendedor. NO tuve tiempo libre de licencia, pero si he podido estar todos los días las 24 horas con él, en cada cambio de pañal, cada comida, cada bañada, cada logro en su desarrollo, que sumados son lo que va haciendo de él una personita cada vez más consciente del mundo que lo rodea, y obvio, las largas noches que son normales cuando son bebés. Esta experiencia definitivamente le ha dado sentido al gran esfuerzo que representa crear una empresa desde cero.
Por muchos años pensé que el éxito de ser emprendedor era levantar grandes rondas de dinero, ser famoso, viajar por el mundo, etc, pero después de pasar por algunas de estas experiencias siempre quede vacío, como que algo faltaba… ¡Hasta que llegó Joaquín, y todo el esfuerzo tuvo sentido! Al día de hoy Joaquín está por cumplir dos años y yo he logrado estar con él todos los días y ser actor principal junto con mi esposa en su crecimiento y desarrollo. Ver como pasa de ser un bebé que no se para y poco se mueve a un niño de dos años que no se queda quieto, imita todo lo que su mamá y yo hacemos, corre a mil, monta chivita y scooter es una experiencia de vida inigualable ¡Definitivamente, este es el mejor regalo que me ha dado el emprendimiento! En parte también porque gracias a él llegué a la mejor definición que puedo encontrar de “libertad”, la que siempre busqué en la vida de emprendedor.
“La libertad es el poder hacer las cosas necesarias para convertirme en la persona que aspiro ser”
¿Por qué esta definición? Libertad no es hacer lo que uno quiera en todo momento, es el tener la opción de hacer lo que se debe para lograr sus metas. Todos tenemos un compás moral interno que nos dicta como actuar, y por trillado que suene, la sociedad de consumismo en la que vivimos es nuestro peor enemigo, lo que repercute negativamente en nuestro día a día, ya que nos dice que debemos vivir donde están los empleos, la industria y el comercio, sacrificando así en muchos casos una vida más tranquila y saludable, la cual por lo general anhelamos al igual que la cercanía con nuestros seres amados.
En Press Start desde nuestro inicio decidimos retar esa “verdad” y para la muestra llevamos 13 años trabajando de manera remota, donde nuestro equipo ha estado ubicado en diferentes países de Latinoamérica y me ha dado a mí la oportunidad de escoger donde vivir, siempre teniendo en cuenta que estos lugares se entrelazan con mis metas personales. Esta libertad ha jugado una gran parte en lo que es mi vida y mi familia hoy en día, en específico al poder acompañar a mi esposa a cumplir una de sus metas personales la cual era vivir en Australia y perfeccionar su inglés sin dejar a un lado mi trabajo con Press Start, y en los últimos tres años y tres meses el vivir en un lugar tranquilo, seguro y con excelente infraestructura donde sabemos que es la mejor opción para criar a Joaquín (Punta del Este). Y por más que la pandemia haya cambiado nuestra noción del teletrabajo y trabajo remoto, esta libertad sigue siendo un lujo de pocos, la cual se gana con mucho esfuerzo.
¿Cómo se traduce esta libertad en el día a día? Todos los días me levanto entre 5:30 y 7:30 am, (dependiendo del momento en que esté Joaquín en su crecimiento), la primera acción del día es cambiarle a Joaquín el pañal, después me voy con él a la cocina a tomarme mi primer vaso de agua, seguido por mi primer café del día (SUPER IMPORTANTE) el tranquilo conmigo soltando sonrisas y sílabas (Ta, ta, ta) con cada acción, después me acompaña a leer o jugamos un rato. El resto del día se desenvuelve poco a poco entre actividades como el baño de él, jugar, cocinar, llevarlo al jardín, trabajo, reuniones, etc. Con la constante que no pasó más de cuatro horas sin estar con Joaquín, claro, esto significa que mi día laboral no es de 12 ni de 10 horas o más como predican muchos “Gurus” del emprendimiento. Pero al final del día, me siento extremadamente exitoso porque estoy haciendo exactamente lo que quiero y sé lo que tengo que hacer, que es estar 100% presente en la vida de mi hijo. Estas rutinas diarias y el disfrutar de esos pequeños momentos es como son y se sienten las metas hechas realidad.
Antes de tener a Joaquín siempre pensé que la paternidad era más fácil que el emprendimiento, al estar biológicamente programados para la reproducción. Pero jamás anticipé o vi venir que ser padre es el trabajo más duro al que uno se pueda enfrentar, y al mismo tiempo el que despierta todo el amor y la motivación para ser una mejor persona. Este gran sentimiento me hizo cambiar de pensar y entender que mi mayor meta en este mundo es ser un gran maestro y ejemplo para mi hijo. Sé que logrando esto puedo tener más impacto en este mundo de lo que cualquier producto innovador que cree pueda tener, ya que de este esfuerzo puede salir un ser humano más consciente, centrado y con mejores valores de los que como sociedad tenemos ahora. Características que pueden llegar a cambiar al mundo para bien para las generaciones venideras.
En conclusión, cada uno decide qué sacrificios y retos está dispuesto a enfrentar en su día a día para lograr sus metas de vida. Para mí siempre ha sido lograr la “libertad¨ que como ya mencioné es: El poder hacer las cosas necesarias para convertirme en la persona que aspiro ser.
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