En la era digital, la tecnología avanza a pasos agigantados, y una de las innovaciones más emocionantes es la introducción de los cascos de realidad virtual (VR, por su sigla en inglés) y realidad aumentada (AR). Estos dispositivos no solo han cambiado la forma en que nos entretenemos, sino que también están revolucionando la manera en que las empresas e industrias operan e incluso cómo interactúan sus empleados.
En este artículo, exploraremos los beneficios de incorporar VR y AR o una combinación de ambas, en entornos industriales y empresariales, y cómo estas tecnologías pueden impulsar la eficiencia y la productividad.
¿Qué es la realidad virtual y la realidad aumentada?
Para aquellos que no están familiarizados con estos términos, a grandes rasgos la VR crea un entorno completamente nuevo e inmersivo, mientras que la AR superpone elementos virtuales con el mundo físico. Estas tecnologías ofrecen experiencias únicas y valiosas, y su aplicación en el ámbito empresarial está cobrando cada vez más relevancia.
Una muestra de esto en los últimos años son los lanzamientos comerciales de los cascos Meta Quest y, recientemente, Apple Vision. Ambos combinan las dos tecnologías para brindar una sensación inmersiva, pero sin perder de vista el mundo real que nos rodea.
Mucho más que un juego
Cuando muchos piensan en cascos de realidad virtual o aumentada, la primera imagen que les viene a la mente es la de juegos emocionantes y experiencias inmersivas. Sin embargo, el potencial de estos dispositivos va mucho más allá del entretenimiento.
En entornos empresariales, sus aplicaciones son tan variadas que llegan incluso a iniciativas de salud mental para los colaboradores. Entre otras, los cascos de VR permiten sumergirse en simulaciones realistas de situaciones laborales, lo que resulta en una formación más efectiva y segura.
1. Formación y simulaciones realistas
Una de las principales ventajas de la VR en el ámbito empresarial es su capacidad para proporcionar formación práctica sin riesgos. Por ejemplo, en la industria manufacturera, los empleados pueden practicar el manejo de maquinaria compleja en un entorno virtual antes de enfrentarse a situaciones reales.
Por su parte, en el agro se ha documentado el uso de tecnologías inmersivas para entrenamientos sobre el manejo de ganado y animales grandes, bioseguridad, identificación de enfermedades (con AR), entre otros.
Otro caso se da en la salud, donde llevar a cabo ciertos procedimientos sin la experiencia apropiada puede ser riesgoso. En concreto, se puede combinar la AR con maniquíes equipados con sensores para practicar ciertas maniobras (como aquellas relacionadas a partos o a intubaciones). El casco permite visualizar en 3D las dimensiones de la anatomía interna, lo que funciona como guía para médicos y futuros profesionales.
El uso de cascos complementa perfectamente este tipo de habilidades, ya permite que los estudiantes se introduzcan a los procedimientos desde lo teórico, luego se enfrenten a los maniquíes como segunda etapa y, finalmente, a los pacientes. Este proceso brinda una transición de la teoría a la práctica más adecuada, rápida y que se traduce en menos errores.
Contar con esta tecnología, entonces, reduce los riesgos de accidentes y acelera el proceso de aprendizaje.
2. Colaboración a distancia con realidad aumentada
Por otro lado, la AR destaca en la colaboración en tiempo real. Imaginemos poder trabajar en un proyecto junto a colegas que se encuentran en diferentes ubicaciones geográficas, todos observando el mismo objeto virtual superpuesto en sus entornos reales.
Otro ejemplo es la capacitación a distancia: pensemos en una compañía multinacional que se dedica a fabricación de maquinaria. Un grupo de especialistas puede entrenar a otro ubicado en otro país o ciudad, por ejemplo, para ensamblar un motor mediante hologramas de cada paso, con comentarios en tiempo real, mientras trabajan en sus propios entornos.
3. Optimización de procesos y mantenimiento
En el sector industrial, la AR ha demostrado ser una herramienta invaluable para la optimización de procesos y el mantenimiento de equipos.
De forma similar al ejemplo de la capacitación, los técnicos pueden usar cascos de AR para visualizar información relevante sobre una máquina mientras la están reparando, como manuales de usuario, datos de rendimiento y diagramas técnicos. Esto agiliza los procesos de mantenimiento y reduce el tiempo de inactividad.
Incluso, en caso de que se requiera un experto que se encuentre en otra localidad, este puede asistir a la persona en sitio en tiempo real viendo lo mismo (mediante el casco), así como brindar indicaciones mediante audio o realizar anotaciones en la pantalla que se verán en el visor.
En ámbitos más corporativos, el uso de herramientas de colaboración (como Microsoft Teams, Zoom, entre otras) sumado a este tipo de tecnología permite reuniones de forma más inmersiva, evitando distracciones o interrupciones.
4. Mejora de la eficiencia y reducción de errores
Tanto la VR como la AR tienen el potencial de mejorar la eficiencia operativa al reducir errores humanos. Al proporcionar a los trabajadores información precisa y visualizaciones detalladas en tiempo real, se minimiza la posibilidad de malentendidos, mejorando la toma de decisiones y eliminando los tiempos muertos por traslados (por ejemplo).
Asimismo, facilita el acceso al diagnóstico remoto sobre el estado de las máquinas y habilita a recibir instrucciones precisas para solucionar problemas.
Un futuro empresarial transformado
La aplicación de tecnologías de VR y AR está acelerando la transformación digital al hacer más eficiente la forma en que las empresas e industrias operan y toman decisiones.
Los casos de uso aún están en crecimiento, y las posibilidades son casi infinitas. Desde la formación segura hasta la colaboración a distancia y la optimización de procesos, estas tecnologías ofrecen varios beneficios, por lo que incorporarlas rápidamente se ha convertido en una necesidad, para no perder competitividad en el mercado.
Por su parte, para que su implementación sea exitosa, las empresas e industrias deberán adaptar su infraestructura (por ejemplo, capacidad de conexión) y capacitar a su capital humano.
A medida que continuamos avanzando hacia un futuro digital, vale la pena estar atentos a las oportunidades que VR y AR ofrecen y cómo pueden ayudar a la industria en la que cada uno de nosotros se encuentra inmerso. ¡El futuro ya está aquí!
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