En los últimos años, la computación en la nube se ha consolidado como líder en las estrategias de transformación digital de las empresas de todo el mundo. De hecho, el gasto de las empresas en infraestructuras en la nube aumentará un 23% en todo el mundo y alcanzará los 80.000 millones de dólares este año (fuente: Canalys)
La transición digital a un modelo basado en la nube es algo habitual para las empresas gracias a sus numerosas ventajas en materia de productividad y eficiencia. Sin embargo, la migración a la nube sigue siendo un proceso que conlleva cierto grado de complejidad independientemente del tipo de acceso a la nube y este es uno de los principales motivos por los que algunas empresas no han dado el paso con un 37%, seguido del coste (34%) y la seguridad (32%), según datos de Unit4.
Atlassian Cloud, cambiando el panorama tecnológico
El panorama tecnológico está en constante evolución, y las organizaciones buscan continuamente formas de optimizar sus herramientas y sistemas de software para mejorar la eficiencia, la colaboración y la escalabilidad.
Atlassian Cloud es un conjunto de herramientas de software de colaboración proporcionadas por Atlassian, una empresa de software líder. Atlassian Cloud ofrece un servicio basado en la nube y totalmente gestionado para estas populares herramientas de software, lo que permite a las organizaciones acceder a ellas y utilizarlas sin necesidad de alojar y gestionar sus propios servidores.
Para crear un plan exitoso de migración a Cloud, es esencial entender el nivel de dificultad para que la empresa pueda trazar la estrategia de implementación.
atSistemas, consultora tecnológica española, ha identificado 5 indicadores que ayudarán a las empresas a entender la complejidad del proceso de migración a la nube.
1. Número de productos y usuarios por producto
A la hora de migrar a la nube, uno de los principales aspectos a tener en cuenta es el número de aplicaciones a migrar, así como el número de usuarios por aplicación.
2. Volumetría y tamaño de los datos
El número de usuarios y aplicaciones a migrar afectará al tamaño de los datos. Por tanto, la migración será más lenta y compleja en función del espacio que ocupe la información. Este volumen de datos proviene de diferentes fuentes, como los propios proyectos, repositorios de código fuente, espacios de trabajo colaborativos, bases de datos de gestión de configuración y archivos adjuntos, entre otros.
3. Versiones del producto local
Otro factor a tener en cuenta es la versión de los productos con los que trabaja actualmente la empresa. Aunque todo dependerá de la aplicación a migrar, la mayoría de las veces será necesario disponer de versiones actualizadas para poder migrar a la Nube con éxito.
4. Complementos comerciales y desarrollados a medida
El número de complementos a migrar es otro factor que determinará el grado de complejidad y su grado de uso e importancia para la propia empresa. En este sentido, puede ocurrir que algunos complementos no existan en el entorno de la nube, que existan otras alternativas o que la empresa disponga de complementos desarrollados a medida.
Por este motivo, es importante evaluar su compatibilidad con la nube, que es la intención de la migración. Existen casos como el de Netflix, que en poco más de 7 años ha sido capaz de convertirse en una empresa nativa en la nube tanto migrando algunos de sus sistemas como construyendo otros nuevos, lo que le ha permitido expandirse en 130 países a fecha de 2016.
5. Integraciones con otras herramientas
Según un informe de 2022 de Mulesoft y Deloitte, las integraciones de herramientas son uno de los principales retos para el 40% de las empresas. Pero, cuando se trata de Cloud, no solo es importante que las aplicaciones sean compatibles con la instancia en la nube en la que se va a realizar la migración, sino que también es necesario identificar si otras herramientas de salida y entrada con las que trabaja la empresa fuera de la nube pueden integrarse con el resto del ecosistema. Algunas de estas aplicaciones pueden ser el directorio de usuarios corporativo o SSO, campos de bases de datos externas, clientes externos que se conectan con la API, etcétera que hacen que el proceso de migración aumente en complejidad.
«Una vez analizados todos los indicadores de complejidad, la empresa decidirá qué camino tomar en el proceso de migración a la nube. Una vez hecho esto aún quedan muchos detalles que atender, especialmente el desarrollo y mantenimiento de la instancia en la nube. Por eso lo ideal es dejar la migración y el mantenimiento en manos de profesionales. Desde atSistemas hemos conseguido recientemente la especialización cloud con Atlassian y estamos orgullosos de ser la primera empresa española que lo ha conseguido, así como de que hayan confiado en nosotros como integradores cloud con un doble rol para las empresas: Dar soporte en su toma de decisiones durante todo el proceso de migración y como partner de su nuevo modelo de negocio», afirma Mariano Galán, Business Line Manager de Atlassian en atSistemas.
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