El buque insignia del primer gobierno de Tabaré Vázquez, el Plan Ceibal, cumple diez años. Como homenaje, el presidente decidió celebrar el consejo de ministros de mañana en Villa Cardal, el pueblo de Florida donde fueron entregadas las primeras computadoras.
Desde aquel primer reparto de equipos, con el objetivo de que cada alumno tuviese su PC, se ha avanzado hasta lograr una cobertura del 85% de los estudiantes del sistema educativo. En la escuela y la enseñanza media pública la cifra comprende a la totalidad del estudiantado y los docentes.
Más allá de matices, la expansión del plan, que incluye un lote de 564 mil dispositivos en funcionamiento, encontró la unanimidad de voces en el abanico político. «El Ceibal, que se introdujo sin pasar por la decisión de ANEP, ha significado un avance muy importante en materia de inclusión informática», resumió el senador Pablo Mieres en la interpelación que le realizó a la ministra María Julia Muñoz el pasado miércoles 26 de abril.
Puede que el resultado más evidente, dijo Miguel Brechner, líder del proyecto, sea que «se logró la equidad». Hace una década, «solo el 9% de los niños de los hogares más pobres accedían a una computadora, ahora la oferta supera ampliamente el 90% de esa población».
La equidad, según Brechner, también refiere a la posibilidad de acceder a materiales en línea. En 2016 hubo 287 mil descargas de libros de texto y en la plataforma de matemática se realizaron 40 millones de actividades online. El propio Mieres lo destacó en la interpelación: «En materia de inclusión pedagógica ha logrado avances en la enseñanza de inglés a distancia (80 mil niños aprenden por videoconferencia), ha impulsado los laboratorios tecnológicos (en 352 centros y buscarán ampliarlo a 400 este año), ha impulsado una red de aprendizajes profunda, ha promovido una plataforma adaptativa de matemática y ha impulsado la evaluación formativa en línea».
Sin embargo, el legislador criticó que «el Codicen, por inacción o directamente como consecuencia de una estrategia de bloqueo, ha frenado las potencialidades para que el Plan Ceibal se convierta en una usina transversal de cambios al sistema».
En este sentido, la informática Ida Holz, que participó en los orígenes del plan, admitió que los cambios en los modos de enseñanza cabalgan a la par de los intereses del docente de turno.
Estudios realizados por investigadores de la universidades ORT y Católica, a mitad del proceso, revelaron que un tercio de los maestros consideraban que la tecnología y la pedagogía no iban juntos. Otro tercio estaba comprometido con la innovación educativa a través de plataformas digitales y el último de los tercios estaba en un «limbo».
Brechner criticó que estos informes se basan en datos obsoletos y que el avance tecnológico requiere de mayor actualización. Como ejemplo, citó la incorporación de computadoras en los consultorios médicos, una práctica muy nueva «por más que las PCs estaban disponibles desde hacía tiempo».
Otra investigación a la que accedió El País, y que será publicada en julio, concluye que cuatro de cada diez docentes declara «disponer una inadecuada conexión a Internet en su centro de trabajo». Y entre los estudiantes de formación docente la cifra alcanza a seis de cada diez encuestados.
«Respeto las percepciones de la gente», señaló el presidente de Ceibal, pero «no hay que confundir una mirada con lo que es la realidad». Para Brechner hubo un tiempo en que «uno tenía un disco fijo de cinco megas y creía que era Dios». Ahora la conexión en un centro educativo «es de 60 megas por segundo». En algunas horas de la mañana, al igual que en la tarde, «llega a haber 120 mil personas conectadas al mismo tiempo, eso es un trabajo de ingeniería brillante».
De todas formas, Brechner no quiso encandilarse con los logros y señaló que «lo más difícil no son los años que pasaron sino los que vendrán». El presidente del Plan dijo que hay que profundizar la red de aprendizajes y personalizar más la educación. «Solo hay personalización en matemática e inglés, pero tenemos que tener esa forma de enseñar en la lecto-comprensión en español». Además «será necesario imponer aún más el pensamiento computacional».
Uno de los últimos hitos del Ceibal fue la creación del programa Jóvenes a Programar, que sumó este año a más de 1.000 jóvenes de entre 17 y 26 años. «Es un complemento a la educación formal», dijo Brech-ner. «Ahora se trabaja con la UTU y la UTEC para ver cómo se podrá seguir creciendo».
El proyecto «no es Brechner dependiente».
El Plan Ceibal celebra diez años y Miguel Brechner cumple diez años en el Ceibal. El ingeniero, que adoptó la idea de Nicholas Negroponte de «una computadora por niño», dijo que el proyecto es capaz de «seguir caminando solo: no es Brechner dependiente». En el edificio Los Ceibos, donde está la cabeza del Ceibal, trabajan 293 empleados y el promedio de edad es de 34 años. Las mujeres representan el 52% de la plantilla laboral y la gerenta general es Fiorella Haim. La sede tiene 3.200 metros cuadrados y está ubicada en el Parque de Exposiciones del LATU. Aunque usa fondos públicos, el Ceibal cuenta con su personería jurídica desde el año 2010.
Fuente: El País
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